El ministro de Economía, Martín Guzmán, instó ayer a que los países en desarrollo avancen en una nueva propuesta sobre el impuesto mínimo global, impulsada por el G-7 (Grupo de los Siete países más ricos del mundo), que prevé una tasa del 15% para las empresas transnacionales, y que a su juicio debería ser de entre 21% y 25%. "La tasa mínima del 15% es muy baja para la tributación de las multinacionales, sería mejor llegar a un acuerdo no menor al 21%, aunque la tasa ideal sería del 25%", señaló Guzmán al participar de un seminario organizado por la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad.