Fernández Montes guardaba la misma suma en el jacuzzi de su casa.

Santiago Corona, el yerno del empresario español asesinado en su departamento de Caballito, estaba sin un peso y desesperado por la falta de dinero, pero dentro del baúl de su auto había 20.000 dólares. Se sospecha que es el dinero que la víctima guardaba oculta en el motor del jacuzzi de su casa y que fue robado por los asesinos.

El dinero fue encontrado por detectives de la comisaría 11° de la Policía de la Ciudad que secuestraron, por orden del juez correccional y criminal porteño Hernán López, a cargo de la causa, el automóvil Citröen C4 champagne de Corona.

Si bien el vehículo de Corona no fue utilizado en el plan criminal, el juez López ordenó su secuestro para buscar más pruebas y evidencias del caso. Los detectives de la Policía de la Ciudad, que junto con personal de la División Homicidios de la Policía Federal Argentina colaboran con el magistrado, encontraron dos fajos de 10.000 dólares cada uno. Los billetes estaban adentro de una bolsa plástica negra para cápsulas de café, que estaba en el compartimiento de la goma de auxilio del auto.

"Por la declaración de testigos, en la causa consta que Corona estaba sin un peso y desesperado por la falta de dinero. La hipótesis es que el dinero secuestrado fue robado de la casa de la víctima", dijo una fuente con acceso al expediente.

La víctima, Roberto Fernández Montes, de 67 años y propietario de una empresa dedicada a hacer excavaciones en obras de construcción fue asesinado el sábado pasado en su departamento de Aranguren 36, en Caballito.

Por el hecho fue detenido Corona y otra persona de nombre Ricardo, de 43 años y conocido por el apodo de "El Mecánico".

La maquinaria investigativa se puso en movimiento a las 3.40 del domingo, cuando la menor de las hijas de Fernández Montes denunció en la comisaría 11» la desaparición de su padre. "Cuando volvió le pidió al encargado ver las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad del edificio e identificó al yerno como una de las dos personas que retiraban del ascensor un bulto, que estaba cubierto con una sábana manchada de sangre", según confiaron calificadas fuentes de la Policía Federal.

El móvil del crimen, según creen los investigadores, fueron una importante cantidad de dinero y el odio. "El yerno lo estafó por 2.000.000 de pesos", afirmó un investigador. Fue hace nueve meses, dijo la pareja del empresario: "De un día para el otro Roberto descubrió que lo citaban de la AFIP porque tenía deudas, que sus camiones y sus empleados estaban sin seguro y que estaba todo impago. Su yerno era quien manejaba la administración y le escondía todo. Como él no podía creerlo me pidió ayuda y empezamos a hacer una investigación. Ahí supimos que [Corona] había sacado como 10 o 15 créditos sin consentimiento y que la plata que entraba la giraba a su cuenta corriente".

Fernández Montes vivía con una de sus hijas. El sábado, la mujer se fue a pasar el día a una quinta en Escobar. A las 8.42, él salió con su Suzuki Fun. A las 9.05 llegó "El mecánico": ingresó por la cochera y subió por la escalera hasta el 5° piso. "Suponemos que entró con un control remoto que le dio el yerno de la víctima. Una hipótesis es que esperó al empresario en el pallier", dijo una fuente policial.

A las 12.09 Fernández Montes regresó. Ingresó su auto en la cochera marcha atrás. A las 12.54 llegó su yerno, que para no dejar huellas, tenía puesto en una mano un guante negro. A las 13.28 las cámaras de la cochera registraron cómo uno de los sospechosos abrió el baúl del auto del empresario. "El primer intento para sacar el cadáver fue a las 13.31, pero todo hace suponer que cuando el yerno y «El mecánico» estaban por salir del ascensor con el cuerpo envuelto en la sábana ingresaba alguien en el edificio, y retrocedieron".

A las 13.45 salieron finalmente del ascensor con el cuerpo hacia la cochera y a las 13.49 se fueron del edificio en el Sukuzi Fun, que el domingo fue hallado en el barrio 9 de Julio, de Almirante Brown.

Ayer, un baqueano encontró los restos carbonizados de un hombre en Cañuelas. El cadáver tenía un rosario metálico. La familia de Fernández Montes afirma que es el que él usaba.

Fuente: La Nación