Melina Gonzalez, tiene 19 años, pesa sólo 18 kilos y tiene una enfermedad terminal. Ella le pidió a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que el Congreso debata una ley que permita la "muerte digna" de enfermos terminales. Con esto se abrió un nuevo debate sobre la eutanasia.

Los médicos del Hospital Garrahan aceptaron su pedido de que la seden para esperar inconsciente la muerte. Melina dijo: "Yo les ruego (a los médicos) cada día, no sé cómo pedirles que me duerman para poder estar en paz".

La joven agregó "vamos a ver si la presidenta se ocupa: ella puede pedir que el Congreso se reúna, podría crearse un tribunal de salud para evaluar estos casos".

Fuentes legislativas dijeron que existen 2 proyectos de ley en este sentido en el Senado, que intentan diferenciarlos de la eutanasia en sí.

Uno, presentado por el sanjuanino César Gioja, hace hincapié en el "testamento vital", una manifestación escrita de la voluntad del paciente para que no se lo mantenga con vida mediante tratamientos médicos "desproporcionados" o que impliquen la prolongación del proceso de muerte "en forma abusiva".

La otra iniciativa es de marzo de 2010 y fue presentada por Adriana Bortolozzi, quien en su redacción reivindica "el derecho a la propia muerte" e incluye, a diferencia del anterior, el concepto de "sedación terminal".

Es decir, la inducción de un sueño lo suficientemente profundo como para aliviar el sufrimiento hasta que sobrevenga la muerte.

Por su parte, la Iglesia rechaza tanto la eutanasia como "la muerte digna", por considerar que forman parte de la "cultura de la muerte".