San Juan, 30 de enero.- Fundada por bolivianos a principios de los noventa, la feria de La Salada creció enormemente, y hoy en día el municipio de Lomas de Zamora se ha acercado a los feriantes para organizar, regular y obtener réditos.

La organización de la feria, la puesta en funcionamiento, la llegada de los compradores, la fabricación de productos, todo tiene proporciones gigantescas en “la feria”.

El director de cine Julián D’Angiolillo registra diversas zonas de ese funcionamiento, traza una breve historia del lugar y muestra desplazamientos multitudinarios. Con gran capacidad de observación y no menor tenacidad para filmar, el director logra un viaje alucinante a una zona de la sociedad argentina que cambia aceleradamente.