Ayer por la tarde, Estela Díaz, la madre de M., la menor secuestrada por el cartonero Carlos Savanz a mediados del mes pasado, escapó de una comunidad terapéutica para adictos en recuperación en la zona de San Miguel, según confirmaron fuentes oficiales y otras cercanas a Estela. Había sido admitida ayer al centro El Reparo en la calle Italia, con su propio consentimiento, tras atravesar una internación involuntaria en el hospital Fernández por su adicción a la pasta base, con un proceso a cargo del Juzgado Civil N°92, acompañada por un equipo especializado en adicciones del Ministerio de Desarrollo porteño.

A comienzos de la noche de ayer, horas después de admitirla, el centro notificó al Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del GCBA que supervisa la situación de M. que no habían podido retenerla. Se cree que tuvo una discusión con otros pacientes y dejó el lugar, para tomar un colectivo con dirección a Morón. También no tendría celular, ya que se lo entregó a una de sus hermanas.

El lugar donde vive la madre de M, al cual regresó tras fugarse del centro de rehabilitación.

Mientras tanto, tras estar varias semanas internada en una sala pediátrica del hospital Garrahan y luego pasar por un hogar convivencial, M. volvió a su familia extendida.

Su abuela y una de sus tías tienen la tenencia legal de la menor, que ya obtuvo su DNI y fue anotada en una escuela para comenzar las clases: vive con ellas en un terreno donde otros miembros de su familia también construyeron sus casas. Su madre no tiene impedimento legal alguno para verla. Ella misma, según fuentes del caso, consintió que su abuela sea la encargada legal de la tenencia de la menor.

Maia se encuentra también asistida por psicólogas del Consejo con las que trabó un vínculo. La acompañaron en su declaración en cámara Gesell en la causa por la que Savanz continúa detenido bajo prisión preventiva, con un testimonio que fue clave para la jueza Alejandra Alliaud, a cargo interinamente del Juzgado Nº 57, con una instrucción de la fiscal Laura Belloqui, de la Fiscalía Nº 54.

Según informaron desde un principio desde el Ministerio Público Fiscal, el cartonero está imputado por sustracción, retención u ocultamiento de una menor de edad. Sin embargo, este podría no ser el único delito por el que se lo acusa, ya que luego el mismo organismo emitió un comunicado en el que no precisó de forma expresa los contenidos de la calificación contra Savanz.

Los contenidos de la imputación se mantienen en reserva para no revictimizar a M. y permitirle que continúe su vida: hay medidas cautelares dictadas a su favor para que no se mencione su nombre. Savanz, por lo pronto, se negó a declarar.

De acuerdo a fuentes cercanas a la nena, evoluciona favorablemente tras su secuestro en la villa Cildañez y espera incorporarse pronto a clases. Según sus propios relatos, tiene consciencia de que iba a comenzar las clases el año pasado y hasta conoce la escuela en La Matanza donde había sido anotada, hasta que su madre la llevó a vivir a una casilla en la vera de la autopista Dellepiane, donde Savanz, que ya había sido acusado por el abuso simple de una nena de cuatros en Guernica por su ex mujer, apareció para ganarse la confianza de Estela y luego tomar a la nena.

Estela, según fuentes del Ministerio de Desarrollo, mantuvo varias entrevistas con psicólogos del organismo mientras su hija estaba internada en el Garrahan, así como una trabajadora social. Se detectó así un cuadro compatible con un síndrome de abstinencia y se le recetó medicación psiquiátrica. El Servicio de Toxicología del Hospital Fernández confirmó que el alta sería otorgada durante la mañana del miércoles 7. Así, se gestionó un ingreso a la comunidad El Reparo, donde firmó su consentimiento para tratarse en el lugar tras una entrevista de admisión. El Ministerio, mientras tanto, comienza un trabajo de abordaje para subsanar la situación con la familia de Estela.

Mientras tanto, hoy por la mañana, Estela reapareció en la villa Cildañez, cerca de la casilla que compartía con Maia a la vera de la autopista Dellepiane, encontrada por un referente barrial que colabora con Desarrollo.

(Fuente: Infobae)