El Gobierno de Argentina oficializó ayer la reglamentación que permite el autocultivo medicinal de cannabis, así como la elaboración y distribución en farmacias de "formulaciones magistrales", como aceites y cremas.

El texto, que ayer fue divulgado en el Boletín Oficial, establece la creación de un "Registro del Programa de Cannabis", dependiente de Ministerio de Salud, que autorizará a "los pacientes que acceden

a través del cultivo controlado a la planta de cannabis y sus derivados, como tratamiento medicinal, terapéutico y paliativo del dolor".

En este registro "los pacientes podrán inscribirse para obtener la autorización de cultivo para sí, a través de un o una familiar, una tercera persona o una organización civil autorizada". Además, "los pacientes que tuvieren indicación médica para el uso de la planta de cannabis y sus derivados podrán adquirir

especialidades medicinales elaboradas en el país, importar especialidades medicinales registradas o adquirir formulaciones magistrales elaboradas por farmacias autorizadas".

El Estado "brindará colaboración técnica para impulsar la producción pública de cannabis y su eventual industrialización para su uso medicinal", y "la dispensación del producto se realizará a través del Banco Nacional de Drogas Oncológicas y farmacias autorizadas". Esta medida autoriza la producción pública y privada del aceite y sus derivados.

Esta norma supone una reglamentación más amplia a la ley original de 2017, aprobada durante el Gobierno de Mauricio Macri, que contemplaba el uso de la planta sólo para los pacientes de epilepsia refractaria, y creó un registro nacional voluntario con el objeto de facilitar el acceso gratuito al aceite que, según el Gobierno de Alberto Fernández, "no se encuentra operativo".

Hasta el momento los aceites usados, principalmente, para pacientes con epilepsia refractaria son importados, se venden en el mercado ilegal o son elaborados por una red de autocultivadores.

Con la actualización los pacientes, investigadores y cultivadores podrán registrarse en el Registro del Programa Nacional de Cannabis (Reprocann) que los habilita a participar en la dinámica de producción.

Todo paciente que cuente con una prescripción médica por diversas patologías, de acuerdo a la recomendación de su médico, podrá acceder al cannabis medicinal. Por el momento no hay una lista de enfermedades incluidas.

El Gobierno fomentará la producción a través de laboratorios públicos y garantizará que quien no pueda comprar el aceite ni tenga obra social lo podrá tener gratis. Se autorizaron tres variantes para acceder a través del cultivo: el autocultivo para uso personal; el cultivo solidario o para terceros (una persona cultiva para donárselo a otra que no puede hacerlo) y el cultivo comunitario, ya implementado por diferentes agrupaciones.

La nueva reglamentación impulsa la investigación científica y establece que las obras sociales, el Estado y las prepagas garanticen ese acceso.

Los pacientes podrán acceder al autocultivo mediante la inscripción en Reprocann. Allí también deberán inscribirse los familiares, terceras personas u organizaciones no gubernamentales que quieran realizar un cultivo solidario.

"No podemos más que celebrar que el Gobierno haya visto que la marihuana no sólo no es un flagelo sino que puede ser una solución para muchas personas", indicó la fundadora y presidenta de Mamá Cultiva, Valeria Salech.

Su empleo en distintas dolencias


Una de las formas más populares de cannabis medicinal es el aceite, que es derivado de la planta de marihuana con alto contenido de cannabidiol y baja proporción de THC, la sustancia que causa adicción. Al igual que cualquier otro fármaco, puede tener efectos secundarios, aún en investigación.

Según el sitio Medlineplus, al cannabis medicinal se lo emplea en distintas dolencias, con usos específicos asociados a aliviar síntomas. En casos de epilepsia refractaria, se lo emplea para disminuir el número de convulsiones. También se usa para aliviar el dolor crónico. Esto incluye distintos tipos, incluso aquel provocado por lesiones nerviosas.

Se lo emplea para controlar vómitos provocados por la quimioterapia que se aplica a pacientes con cáncer. También para que los pacientes sientan ganas de comer. Ayuda a estimular el apetito cuando la persona que tiene Sida no ingiere suficientes alimentos. Algunos estudios sugieren que la marihuana podría aliviar síntomas en esclerosis múltiple, enfermedad de Crohn, enfermedad inflamatoria intestinal y glaucoma (porque reduce la presión ocular). Entre posibles efectos secundarios, se mencionan latidos cardíacos rápidos o irregulares.

Podrán sumarse los sanjuaninos a la ley


Tras la aprobación del decreto nacional, ayer en San Juan explicaron que los interesados a nivel local de ejercer el cultivo personal, también deberán registrarse en el Reprocann. De todos modos, aún no hay definiciones de cómo se aplicará en la práctica.

"San Juan adhirió a la ley 27.350 (reglamentada ayer por el Gobierno nacional) entonces automáticamente adhiere también a su reglamentación. En este marco, en la provincia también queda autorizado el autocultivo o cultivo casero de cannabis con fines medicinales", dijo Roberto Correa, presidente de Cannabis Medicinal San Juan Sociedad del Estado (Camesanjuan SE), entidad que se encargará del cultivo, industrialización y distribución de esta planta y sus derivados.

También agregó que aún falta definir algunos lineamientos sobre la aplicación de esta normativa y de cómo deberán proceder los sanjuaninos que quieran realizar el autocultivo. Dijo que por ahora sólo se sabe que los interesados deben anotarse en el Programa Nacional de Cannabis, del Ministerio de Salud.

En cuanto a la autorización del cultivo casero de cannabis, Correa no quiso opinar, sólo se limitó a decir que no afectará el trabajo de Camesanjuan SE, ya que en la provincia no son tantos los pacientes que requieren los productos medicinales derivados de esta planta, aunque no precisó la cantidad. Además sostuvo que los productos que hará esta empresa tendrán calidad y efectiva garantizada.