A dos días de dejar la presidencia, Mauricio Macri difundió este domingo en sus redes sociales una entrevista íntima en la que hizo un repaso de sus cuatro años de gestión, habló del presidente electo Alberto Fernández y adelantó cuál será el futuro de Juntos por el Cambio, más allá del 10 de diciembre.

"Estoy volviendo en el verano a trabajar en un Juntos por el Cambio unido", enfatizó Macri en una entrevista de unos 50 minutos de duración, en la que también le marcó la cancha al resto de los dirigentes del espacio: "El que diga 'yo voy por la mía' va a tener un serio problema de representatividad".

En este sentido, remarcó que dentro del espacio político que encabeza "ha habido una responsabilidad, una evolución, de entender que acá no es un conjunto de individualidades sino un conjunto de dirigentes trabajando para la gente".

Mauricio Macri también sostuvo que Alberto Fernández "arranca con un frente interno difícil porque cuando se juntan cinco minutos antes de una fiesta, no es tan fácil que la fiesta salga bien, tienen que ser muy buenos".

"Hay que darle espacio a que él haga su propuesta y que la ponga en marcha y ver en qué se puede ayudar sin traicionar los valores del 41 por ciento", enfatizó en una entrevista en dos partes grabadas en junio, antes de su derrota electoral de las PASO, y en noviembre, después de caer en los comicios del 27 de octubre,

En este sentido, añadió: "Si ellos deciden ir por el camino de la construcción, del ordenamiento y de la transparencia, vamos a apoyar. Aún con las cosas que ellos no nos quisieron ayudar a nosotros, nosotros sí lo vamos a hacer, estamos acá por los argentinos".

"Si hace algo coherente el línea con lo que veníamos haciendo, Argentina está preparado para crecer", aseguró. 

El mandatario también criticó que Fernández "dice demasiadas cosas", algo que según él "no es bueno" en un presidente y alertó de que si desde el Gobierno argentino se vuelven a querer "reivindicar banderas del pasado", al país no le va "a ir bien".

Macri, además, habló de Venezuela y consideró que el presidente electo "debe tomar una posición firme" contra el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

"Si el nuevo Gobierno no toma una posición clara acerca de que eso no es democracia, eso va a limitar totalmente las posibilidades de que este país salga adelante", aseguró.

Los cuatro años en la presidencia

Macri indicó que "el entusiasmo inicial" con el que llegó a la Casa Rosada en diciembre de 2015 "fue chocando con la realidad". "Rápidamente tomé consciencia que esto era mucho más duro de lo que yo quería ver", enfatizó.

En este sentido, cuestionó que durante el kirchnerismo "se habían roto todos los instrumentos de las estadísticas, que eso es muy propio del populismo, para llevar todo a la discusión de la posverdad".

"Dos de cada tres dólares que tomamos de deuda fue para pagar deudas del gobierno anterior", sentenció el jefe de Estado.

La relación con su padre

Macri, quien aseguró que el momento de decidir si vuelve a postularse a la Presidencia en el futuro todavía está "muy lejos", habló sobre aspectos de su vida privada como la difícil relación con su padre, el empresario Franco Macri, fallecido este año.

El todavía presidente reconoció que su padre lo "boicoteaba" hasta bien entrada su adultez, confesó que en los últimos meses de vida, el empresario Franco Macri le pidió que se hiciera cargo "de matarlo".

"Me lo pidió varias veces (...). Me decía 'dame una pastilla o algo', y yo le dije 'papá, no puedo'. Se enojó muchísimo la primera vez que le dije (que no)", aseveró.

"Su voz era muchas veces muy sabia y su voz era muchas veces una psicopatía muy dañina", apuntó.