El presidente Alberto Fernández forjó ayer una alianza que puede ser decisiva para la salida de la crisis financiera que atraviesa el país, al recibir el compromiso de su par de Francia, Emmanuel Macron, de apoyar y "movilizarse" junto a sus socios a favor de las gestiones de Argentina para renegociar la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Macron expresó su compromiso tras recibir a Fernández en el Palacio Elíseo, sede de la Presidencia de la República Francesa, en París, donde ambos mandatarios hicieron una declaración conjunta, antes de mantener un reunión privada y almorzar con sus equipos de trabajo.

"Francia acompañará y se movilizará con el Fondo Monetario Internacional y con otros socios, para ayudar a la Argentina a volver al camino del crecimiento de una deuda sostenible", dijo el presidente galo frente a la prensa, en los jardines palaciegos.

A su turno, Fernández le agradeció el apoyo: "Para nosotros eso es muy importante". "Resolver el tema de la deuda es una condición necesaria para poder crecer y el FMI esta vez tiene que escucharnos y apoyar nuestra propuesta", añadió el Presidente.

El contundente movimiento de Francia llegó en el cierre de la gira de Fernández en Europa en busca de apoyos a sus gestiones por los problemas de deuda, en el marco de la cual cosechó también los respaldos de España, Alemania, Italia y El Vaticano, donde se entrevistó cara a cara con el papa Francisco.

Además de expresar su respaldo concreto a las gestiones de Argentina ante el FMI para renegociar los plazos de su deuda, el mandatario europeo dijo que la situación económica del país era "una tema de preocupación" pero también "de movilización" y garantizó que Francia iba a seguir apoyando los esfuerzos de "estabilización económica y de integración en la comunidad financiera internacional".

El presidente francés tampoco ocultó la intención de debatir con Fernández sobre las "crisis regionales" y mencionó las situaciones de Venezuela y Bolivia, con la intención de "tratar de pacificar juntos estas situaciones".

Télam


"Insoportables"
 

El papa Francisco instó a la comunidad internacional a "encontrar modalidades de reducción, dilación o extinción de la deuda, compatibles con el derecho de los pueblos a la subsistencia y el progreso" y aseguró que las deudas no pueden ser pagadas con "sacrificios insoportables".


"Profunda"
 

El ministro argentino de Economía, Martín Guzmán, afirmó ayer en el Vaticano que el país quiere pagar su deuda, pero no a costa de entrar en una "recesión profunda" y calificó de

"constructivas" las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El Senado aprueba la ley de deuda

 

El proyecto de Ley de Restauración de la Sostenibilidad de la Deuda Pública Externa fue sancionada ayer por unanimidad en el Senado de la Nación, tras un debate de casi nueve horas en el que el oficialismo y la oposición, pese a votar juntos, se cruzaron para responsabilizarse mutuamente de la actual situación financiera y económica del país.

La iniciativa había sido aprobada la semana pasada en la Cámara de Diputados.

El proyecto para renegociar la deuda externa que la Cámara de Senadores aprobó con el voto de los 65 senadores presentes declara "prioritaria para el interés de la República Argentina" la restauración de la sostenibilidad de la deuda pública externa.

La iniciativa, además, autoriza al Poder Ejecutivo a "efectuar las operaciones de administración de pasivos y/o canjes y/o reestructuraciones de los servicios de vencimiento de intereses y amortizaciones de capital de los títulos públicos emitidos bajo ley extranjera".

Pese a votar juntos, representantes del oficialista Frente de Todos y del interbloque opositor de Juntos por el Cambio se cruzaron varias veces en discusiones con las que se acusaron mutuamente de ser responsables de la actual situación económica de la Argentina.

El intercambio más duro se dio entre el senador del Frente de Todos, Oscar Parrilli, y la representante de Cambiemos, Laura Rodríguez Machado, cuando la senadora afirmó que Mauricio Macri había recibido un país en "default" y el legislador del kirchnerismo pidió la palabra para acusar al macrismo de "mentir incesantemente".