Marcos Peña volvió al Congreso para brindar el primer informe de gestión del año. La visita del jefe de Gabinete se produjo en el inicio de un año electoral y en medio de un complejo contexto económico.

"Cuando asumimos nos propusimos avanzar en ejes puntuales porque la Argentina tenía que ir hacia un lugar mejor", fueron las primeras palabras que esbozó Peña ante los senadores. En el contexto económico, afirmó que uno de los desafíos pasa "por corregir los desequilibrios macroeconómicos y poder sentar las bases para una economía que se enfoque al crecimiento".

La Jefatura de Gabinete envió este lunes el informe mensual en el que Peña respondió 838 preguntas de 25 legisladores. Entre las consultas figuran cuestiones vinculadas a la inflación; las reservas del Banco Central; la deuda pública; la situación de las economías regionales; el aborto; los avances de las obras de infraestructura y las tarifas de los servicios públicos.

El jefe de Gabinete dijo que el mercado internacional "duda de la voluntad de pago" de la Argentina "porque todavía hay sectores políticos que agitan soluciones mágicas que fracasaron". Entre los senadores no se encuentra la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, ausente en la sesión especial informativa.

Existía expectativa en torno a la actitud que tomaría Peña durante la presentación ya que en su última visita al Congreso, a diferencia de las anteriores, el jefe de Gabinete no se había mostrado combativo y no hubo respuesta a las críticas de la oposición. De cara a un año electoral, el funcionario expuso las diferencias entre Cambiemos y el kirchnerismo.

En ese sentido, especificó que no "le tenemos miedo a la discusión política". "No le tenemos miedo a saber que los argentinos tenemos diferencias profundas, pero creemos que hoy en la Argentina no hay nadie que sea perseguido por su opinión y eso es central para la democracia. No hay ni una sola denuncia contra este Gobierno por falta del derecho a la expresión", agregó Peña.

La visita de Peña se produjo en medio de un escenario económico complejo. En la previa, entre otras consultas, el funcionario debió contestar cuáles serán las medidas que tomará el Gobierno para salir de la recesión.

Peña observó que "la mayor preocupación dentro del debate de la pobreza tiene que ver con la infantilización" ya que "más del 40% de los menores de 14 años son pobres" en el país.

"El objetivo primario del Banco Central es reducir la inflación, y para ello ha implementado un esquema de agregados monetarios, con el uso de LELIQ como instrumento principal para controlar la cantidad de dinero y cumplir con las metas de crecimiento de la base monetaria. Inicialmente se buscó reducir la incertidumbre y volatilidad financiera, que es más perjudicial para la actividad económica que tasas de interés elevadas", aseguró.

El funcionario destacó la importancia de los que los índices sean creíbles nuevamente: "Si hoy hay cifras de desocupación o pobreza es porque pusimos de pie al Indec. Y eso es una realidad, no es relato. No plantee que las cosas estén bien, pero sí estamos atacando los problemas estructurales para solucionarlos a futuro".

Además, debió responder por la gran cantidad de empresas que pidieron procesos preventivos de crisis. Según el informe, en lo que va del 2019, cada tres días una firma pide el PPC: ya son 30 las que lo hicieron. A esto se suma las consultas vinculadas a la deuda pública bruta, que creció, según su propio escrito, a US$ 345.384 millones.

"Si todos decimos que no es una opción romper contratos, crear cepos o poner medidas que siempre fracasaron, las pymes van a estar mejor, al igual que todos los argentinos que están sufriendo", dijo al respecto Marcos Peña.