Las personas que arrojen colillas de cigarrillos en la vía pública dentro de los límites de la ciudad de Ushuaia, en Tierra del Fuego, recibirán multas de hasta $18.500, según determinó un proyecto de ordenanza sancionado por el Concejo Deliberante de la capital fueguina.

La iniciativa gestada por la agrupación "A limpiar Ushuaia" fue aprobada por unanimidad y prevé un régimen de sanciones de entre "100 y 250 unidades fiscales" (equivalente a un máximo de $18.500) además de "10 horas de trabajo comunitario y asistencias a capacitaciones sobre preservación de medio ambiente". A su vez, la normativa estipula la instalación de "colilleros" (recipientes donde arrojar las colillas) en un mínimo de "tres por cuadra" cuya colocación y mantenimiento se podrá coordinar "entre comerciantes y responsables de edificios públicos y privados", indica el texto de la medida.

El movimiento ambientalista "A cuidar Ushuaia" es el mismo que había impulsado una ordenanza anterior, que prohíbe la entrega de cubiertos descartables en locales gastronómicos, así como la comercialización de hisopos de plástico.

Respecto de las colillas, la agrupación realizó en marzo de este año una campaña de recolección que logró reunir medio millón de residuos de cigarrillos, una cantidad capaz de contaminar el agua consumida por 90 familias en Argentina, a lo largo de un año.

Esa iniciativa movilizó a 400 vecinos y 43 comercios e instituciones de la capital fueguina que montaron una serie de innovadores mecanismos para reunir las colillas al cabo de un mes, además de acopiarlas y luego someterlas a un proceso de termodestrucción.

La organización explicó en un informe que las personas que fuman arrojan las colillas al suelo, por lo general en las veredas, y así suelen terminar en las alcantarillas, ríos, lagos y el mar, con "graves consecuencias para el ecosistema marino y la biodiversidad".

En el caso particular de Ushuaia, por el tipo de geografía, se genera una concentración de colillas en la zona costera, aunque los espacios más impactados son las paradas de colectivos y alrededores, los lugares para sentarse en plazas y paseos, las entidades bancarias y establecimientos gastronómicos.