El gobierno nacional y las provincias de Chaco y Río Negro informaron hoy que murieron otras siete personas por coronavirus y la cantidad total de víctimas fatales ascendió a 72 en la Argentina. En cuanto al dato general del país, fue revelado por el subsecretario de Estrategias Sanitarias, Alejandro Costa, en el reporte matutino que realiza el Ministerio de Salud todos los días. De acuerdo a los últimos datos oficiales, hay 1.795 contagios confirmados desde que comenzó la pandemia, de los cuales 365 ya recibieron el alta médica. La edad promedio de los infectados es de 45 años.

El funcionario, además, indicó que 98 personas permanecen internadas en terapia intensiva y que, hasta el momento, se realizaron 14850 test, con un índice de positividad del 13.6%.

La última víctima por el Covid-19 es un hombre de la ciudad santafesina de Rafaela, que se convirtió en el segundo fallecido de esa provincia. Se trata de un hombre de 64 años que había ingresado al Hospital Dr. Jaime Ferré de Rafaela el pasado 31 de marzo, con un cuadro respiratorio complejo y presentaba comorbilidades. “El paciente permaneció internado en la unidad de terapia intensiva para pacientes con coronavirus, con asistencia respiratoria mecánica. El ciudadano había estado de viaje y en contacto con personas extranjeras”, confirmaron autoridades sanitarias de Santa Fe.

La secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, por su lado, destacó como algo positivo que el número de internaciones en terapia se mantiene “estable” y que “no se han incorporado otras provincias a la transmisión comunitaria”, más allá del gran Buenos Aires, Chaco y la ciudad de Ushuaia, en Tierra del Fuego.

Con relación al testeo diario que realiza el país para detectar pacientes con Covid-19, afirmó que entre el 10 y el 20% es el nivel recomendado por los expertos y la OMS “para demostrar la eficiencia del testeo” y dijo que se está “trabajando fuerte para testear de forma eficiente”.

Vizzotti también se refirió a la necesidad del uso de barbijos caseros como medida de protección ante la proliferación de casos de personas asintomáticas, es decir, infectadas con el virus pero sin síntomas visibles que hayan requerido la asistencia sanitaria. En este sentido, la funcionaria habló del rol del barbijo casero “para la minimización de la transmisión desde el individuo hacia otras personas, usándolo bien y con las precauciones que se recomienda”.