La comunidad judía renovó ayer el pedido de justicia por el atentado a la AMIA, al cumplirse 28 años del ataque terrorista, con un acto que volvió a ser presencial tras dos años de virtualidad derivada de la pandemia de coronavirus.

El acto central en conmemoración de las víctimas del atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina AMIA empezó pasadas las 9.47 frente al edificio de la calle Pasteur 633, en el barrio de Once.A las 9.53, los familiares de los muertos levantaron las pancartas con las fotos de sus seres queridos, mientras se escuchaba la sirena en conmemoración a las 85 víctimas.

Sobre el escenario, en Viamonte y Pasteur, se colocó un cartel que decía 'Volvimos a Pasteur', tras dos años de haber adoptado la modalidad remota a raíz de la pandemia.

En su discurso, el presidente de la AMIA, Amos Linetzky, sostuvo que a 28 años del atentado terrorista contra la mutual judía 'la herida todavía sigue sangrando' y advirtió que la resolución del caso es 'una de las grandes deudas de nuestra democracia'.

Después de la sirena que sonó a las 9.53, hora en que detonó la bomba el 18 de julio de 1994, y de que se nombrara uno por uno a los 85 fallecidos, Linetzky tomó la palabra, tras asumir el mes último como nuevo presidente de la entidad.

El dirigente recordó que 'según el calendario gregoriano, cada 28 años todas las fechas se repiten exactamente, es decir que el calendario de este 2022 es idéntico al de 1994', y afirmó que 28 años después 'la herida todavía sigue sangrando'.