Tras su paso por la Cámara de Diputados, la escritora Claudia Piñeiro, una de las más fervientes activistas “verdes”, pasó este martes por el Senado y reclamó “trabajar para encontrar un punto de encuentro” en la ley de interrupción voluntaria del embarazo, a la vez que consideró que los cambios al proyecto “siempre van a ser mejores al rechazo”.



Ante las comisiones de Salud, Justicia y Asuntos Penales, y Asuntos Constitucionales, Piñeiro observó que el aborto “es un problema de salud que tenemos y que no podemos negar más”, y opinó que “una de las grandes conquistas” del movimiento de mujeres fue poder hablar de aborto “sin eufemismos”.



En cuanto al debate, la dramaturga dijo que “entre los dos extremos no tiene que haber un abismo, sino un puente”, y planteó a los senadores: “Si no les gusta la ley, cámbienla, pero no nos dejen como vinimos. Esa sería la peor opción”.



Piñeiro criticó puntualmente “a los que dicen que la ley es inconstitucional y no dan una alternativa”, porque en ese caso “actúan como jueces y no como legisladores”.



También se refirió a otra discusión, relativa al inicio de la vida, y destacó el acuerdo alcanzado con la recientemente sancionada “Ley Justina” sobre donación de órganos.



Otro ejemplo que puso la guionista fue el del aborto no punible en caso de violación, previsto en el actual Código Penal desde 1921: “¿Cuál es la diferencia entre ese embrión y un embrión producto de una relación consentida?”, se preguntó.



Piñeiro dedicó parte de su exposición a referirse a la UCR, “el bloque que menos va a aportar a esta ley”, cuando el partido “se ha jactado de ser laico y reformista”.