100 pesitos. Tras las críticas, Carrió mostró la propina que dejó en el restaurante en la cena del martes. Comió bife de chorizo, mientras Macri cenaba con radicales en Olivos.

Con la mira puesta en un acuerdo con el peronismo para tener el presupuesto 2019 a medida de lo que pide el FMI, es decir un fuerte ajuste fiscal, la diputada nacional Elisa Carrió planteó ayer que los gobernadores tienen que apoyar el plan porque si no "no tendrán obras". Y frente a los vaivenes de los gobernadores del PJ en este sentido, desafió: "¿Por qué nadie fue tan "machito" para ir a reclamarle a Cristina Kirchner, que les robaba todos los días la coparticipación?".

De paso por Jesús María, donde dio una charla en la Sociedad Rural sobre la coyuntura productiva, se refirió a la cena que la noche del martes juntó en Olivos al presidente Mauricio Macri con dirigentes radicales.

"A los radicales les encanta cenar con Macri y sacarse fotos; algunos que nunca supieron lo que es ser radical ahora se enojan conmigo", volvió a polemizar con sus socios en Cambiemos.

La legisladora le apuntó al gobernador cordobés Juan Schiaretti : "Tiene que apoyar porque si no, no tiene obras. No hay bancarrota del país porque podemos seguir trabajando con el presupuesto del año anterior". "Pero si Córdoba quiere hacer una obra que no está presupuestada y quiere que la haga la Nación, tiene que estar en el presupuesto", siguió. "A Schiaretti no es que no lo quiero, pero si no aprueban el presupuesto, sigue el del año anterior y seguirán las obras plurianuales, las rutas y los mismos gastos", planteó y desafió:

"¿Por qué nadie fue tan "machito" para ir a reclamarle a Cristina, que les robaba todos los días la coparticipación? Hay mucha equidad con los gobernadores al lado de Cristina. Lamento que no le hayan pedido nunca a Cristina lo que le piden hoy al Gobierno nacional", criticó y ratificó que las provincias que quieran hacer nuevas obras tienen que firmar el presupuesto nacional.

Carrió volvió a patear el tablero después que el martes, en un acto compartido con el entrerriano Gustavo Bordet , el mandatario cordobés reclamara "equidad" a la Nación e insistió en que los gobernadores del PJ no fueron consultados por las medidas tomadas y la decisión del ir al FMI.

Este tipo de definiciones de Schiaretti no sorprenden ya que el cordobés, frente a cada tema de alto impacto político, pivotea entre dar señales de acompañamiento a la Nación y un reclamo de fuerte tinte opositor. Quizá su aspiración de ser el candidato presidencial del peronismo en 2019 condicione su rol frente a una actualidad de crisis en lo económico y de incertidumbre en lo político.

En su raid por Córdoba Carrió admitió que si bien habría seis meses difíciles ve al país "muy bien" en los próximos 10 años y reiteró que el Gobierno apunta a que las Pymes exporten. "Los argentinos pasamos del amor al odio. Voy por la reelección de Macri. No quiero nada para mí, esa es la diferencia que tengo con otros que quieren sacarse foto", disparó. Pero pese a las chicanas a la UCR, un gesto de un par radical abrió paso a la reconciliación: le regaló un cabrito. "Entre unos que me put... y otro que me regala un chivo me quedo con el que me regala un chivo", se rió Carrió agradeciendo al diputado de la UCR Carlos Ciprian, quien le llevó el obsequio.