Finalmente se entregó. Alejandro Biscardi, el otro de los acusados de participar en la picada ilegal por la Ciudad el pasado 23 de abril, aceptó someterse a un juicio abreviado.

Según indicaron fuentes judiciales, será condenado a un año de prisión en suspenso, dos años de inhabilitación para conducir y decomiso de su camioneta Dodge RAM 1500.

Sobre Biscardi pesaba una orden de captura. Pero anoche, acompañado por su abogado defensor, se presentó ante el Fiscal a cargo del caso, Gonzalo Viña, y reconoció su responsabilidad en los hechos.

Las fuentes judiciales agregaron que acordó la realización de un juicio abreviado por el que será declarado "culpable de conducción riesgosa en concurso real con daño agravado".

Asimismo, y por el plazo de los próximos 2 años –lo que dure la condena– Biscardi deberá aprobar el curso de "Reeducación Vial" y realizar tareas comunitarias.

Las mismas fuentes explicaron que el acuerdo de juicio abreviado será sometido a conocimiento del Juzgado en lo Penal, Contravencional y de Faltas N°10, a cargo del Juez Pablo Casas, quien evalúa actualmente el juicio abreviado al que se sometió el otro imputado –Alejandro Radetic– por lo que en breve se dictará sentencia definitiva.

Biscardi, hijo del comisario retirado de la Policía Federal Guido Biscardi, en 2010 intentó formar parte de un grupo de investigación de élite y con ese objetivo ingresó a la Escuela de Inteligencia de la fuerza, pero la abandonó poco después.

A diferencia del otro protagonista de la picada ilegal, Biscardi erigió su imagen desde las sombras. Fue en las redes sociales –grupos de Facebook, YouTube, Instagram y distintos foros de fanáticos de los autos y la velocidad– donde encontró cierta notoriedad, exposición y un reconocimiento que lo terminaría obsesionando.