Lejos de cesar, las rencillas políticas al interior del Frente de Todos (FdT) suscitadas tras la derrota en las PASO continúan a la orden del día. Este lunes fue el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, quien agregó pólvora al seno de la coalición gobernante. Todo comenzó días atrás, cuando Berni cuestionó públicamente al Gobierno por su rol en el conflicto que Río Negro mantiene con sectores mapuches

Este domingo, el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, había recogido el guante, tildando a su par provincial de "irresponsable" por definir a los hechos como "terrorismo", y dijo que "ni él ni el presidente necesitan aprobación de Berni", aunque aclaró que mantienen una relación de amistad.

Casi 24 horas después, el dirigente bonaerense disparó con munición pesada contra Aníbal Fernández. "Como de costumbre, siempre tiene razón querido compañero Aníbal Fernández. Ni usted ni el presidente necesitan de mi aprobación. No es mi intención contradecir tan brillante acto de soberbia".

Acto seguido, Berni fue el hueso y pegó en una herida abierta: el resultado de las PASO. "Lamento informarle lo obvio, sería necesario contar con la aprobación y el consenso de la sociedad en su conjunto. Si mis matemáticas no me fallan el 12 de Septiembre hubo 16.323.291 argentinos que no aprobaron nuestra gestión. Fui claro? O le hago un dibujito?", escribió.

A casi un mes de haber asumido, Fernández ya comenzó a tener corticircuitos con el ministro de la Provincia, quien había tenido una dura relación con la gestión de Sabina Frederic, a quien más de una vez enfrentó públicamente.

El domingo, el funcionario nacional había dicho: "Sergio Berni es amigo mío, nos conocemos. No puede decir eso. Si tiene alguna duda, me puede preguntar de lo que quiera. Es irresponsable mencionar un delito de esa envergadura en una situación de estas características".