El 30 de junio de 1982, Néstor Carlos Kirchner firmó la escritura que lo convertía en dueño del terreno ubicado en la esquina de Alcorta y Chacabuco, en Río Gallegos. El por entonces próspero abogado hizo construir un local y sobre éste, tres departamentos.

Tras la muerte de Néstor Kirchner, esos departamentos, que formaban parte del acervo hereditario, no fueron denunciados en el expediente de la sucesión. Tampoco fueron declarados por Cristina Elisabet Kirchner ante los organismos tributarios ni incluidos en las declaraciones juradas de la ex Presidente ante la Oficina Anticorrupción. Además, y como parte de la maniobra para ocultarlos, figuraban con distinto número de contribuyente, abonando en algunos casos el impuesto inmobiliario y en otros la tasa por alumbrado, barrido y limpieza. Hasta fines de 2015, la familia Kirchner le alquiló los departamentos a diferentes empresas de Lázaro Báez.

La diputada nacional Margarita Stolbizer -a través de su letrada Silvina Martínez- realizó este lunes sendas presentaciones en las causas Hotesur y Los Sauces en las que aportó información sobre estos inmuebles. Según los escritos de Stolbizer, estos inmuebles pertenecían a la sucesión de Néstor Kirchner y como consecuencia de la cesión de derechos que hizo Cristina Kirchner, hoy se encuentran a nombre de Florencia y Máximo Kirchner.

El hallazgo de estas propiedades no declaradas surgió de la documentación secuestrada en el marco de la causa Los Sauces. Esa información también aparece en el informe de la contadora Raquel Josefina Moyano, designada por el juez federal Claudio Bonadío como interventora administradora de la sucesión. Moyano señaló que "no todos los inmuebles que fueran de la sociedad conyugal Néstor Kirchner-Cristina Fernández fueron denunciados en el expediente sucesorio." En los escritos presentados por Stolbizer ante los jueces Bonadío y Ercolini, la diputada solicitó que se tenga presente la información aportada ya que consideró que puede ser de utilidad para la investigación.

Fuente: Infobae