Un policía bonaerense reconoció que disparó escopetazos con perdigones de plomo en los enfrentamientos por los que murieron dos jóvenes el jueves en la localidad bonaerense de José León Suárez tras el descarrilamiento de un tren que transportaba autopartes, el cual todavía no se estableció si fue intencional, informaron fuentes judiciales. Por esta razón el efectivo quedó ayer separado y "a disposición de la Justicia".

El ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, aseguró que un policía informó a sus superiores que efectuó disparos con una escopeta con perdigones de plomo, pero explicó que la fuerza acude a ese tipo de operativos con cartuchos de posta de goma.

"Sólo un oficial a cargo podrá tener un arma de más poder, pero fuera de la contienda. En este caso, al recibir el tiroteo con arma de fuego, un policía manifiesta que tomó un cartucho de perdigón (de plomo) y se defendió y ese es el policía que quedó a disposición de la justicia", explicó Casal.

Respecto del tren, los investigadores recorrieron ayer el lugar donde quedó la formación y señalaron que "hay dudas sobre si fue descarrilado en forma intencional porque no se encontraron elementos como piedras o troncos". "Eso ocurrió en otro hecho, además el maquinista no refiere que le hayan cruzado algo", dijo uno de los pesquisas. Sin embargo, para Casal, el descarrilamiento fue consecuencia del accionar de una "banda organizada", y aseguró que desde 2006 se registraron 7 ataques de esta naturaleza, en relación a presuntos intentos de saqueos a trenes.

Casal dijo que "descarrilaron un tren con piedras y troncos, un grupo de personas abordó el tren, y otro grupo amedrentaba con armas al personal. Luego, cuando se presentó la policía, los atacaron a tiros", afirmó.

Luego del enfrentamiento, Gabriel Ramos (17) llegó muerto a un hospital de la zona y Franco Almirón (16) herido gravemente de bala a otro centro asistencial, donde murió. En tanto, Joaquín Romero (19) fue baleado en la espalda y permanecía ayer internado en grave estado.