Un repentino brote de coronavirus provocado por un mate, que dejó más de una decena de infectados, hizo que la ciudad entrerriana de Colón vuelva a la fase 1 del aislamiento social.

Se trata de una serie de contagios de COVID-19 que fueron detectados en los últimos días y que tendrían como foco principal a "un grupo reducido" de personas que compartieron un mate en un gimnasio local. Por ende, 18 personas resultaron afectadas y que permanecen aisladas e internadas.

Al mismo tiempo, las autoridades anunciaron que más de 120 personas fueron aisladas en Colón a la espera de los resultados de las pruebas a las que fueron sometidos, mientras que todo el departamento ubicado en el este entrerriano debió regresar a la fase 1 del aislamiento social, preventivo y obligatorio por 14 días, ya que hay transmisión del virus por conglomerado.

Además, las localidades vecinas Liebig y San José (con tres nuevos casos) también volvieron a la fase 1 del aislamiento, mientras en el resto de la provincia comienza la etapa de distanciamiento social.

La directora del hospital local, Norma Hernández, "nos decía que ve algunas conductas que todavía no se han podido revertir, el mate y las reuniones entre amigos, foco por el cual se desarrolló todo este contagio", apuntó el intendente de Colón, José Luis Walser.

El jefe comunal pidió a la población "tomar conciencia que la principal herramienta es el trabajo que haga cada uno saliendo lo mínimo e indispensable de la casa, cumpliendo con todas las medidas de higiene".

"La gente está muy enojada con lo que pasó, se había recuperado actividad y estábamos en una fase de flexibilización casi absoluta", dijo Wasler, quien solicitó "convertir esa bronca y zozobra en responsabilidad". También detalló que inició un procedimiento ante el juez federal de Concepción del Uruguay, Pablo Seró, por el incumplimiento al aislamiento que generó el pico de casos.

Colón no es la primera ciudad que debe volver a la fase más dura del aislamiento social ante la irresponsabilidad ciudadana, ya que sucesos similares se vivieron en otras localidades como Necochea, Tandil y Olavarría, todas en la provincia de Buenos Aires.