El proyecto de reforma del Código Penal pasó a la firma de los ministros y ayer por la noche llegó al Congreso. El presidente Mauricio Macri dio la instrucción de avanzar en la última reunión de Gabinete, el proyecto entrará por el Senado y el oficialismo buscará empujar el inicio del tratamiento el mes próximo, en una etapa de mínima actividad legislativa y sin expectativa de convertirlo en ley este año, en el que los argentinos deben elegir presidente.


Con el nuevo Código, uno de los objetivos que se había propuesto para mostrar como legado -el actual rige desde 1921, con parches- buscará resaltar el endurecimiento de las penas a los delitos por corrupción, narcotráfico y control de la calle, aunque tendrá que limitarse por el momento y durante los largos meses de campaña a la presentación. Lo mismo sucederá con el Régimen Penal Juvenil, que será enviado por separado.
“La idea es que el proyecto comience a discutirse en abril o mayo, y estimamos que puede convertirse en ley el año que viene”, dijo a la edición online del diario Clarín un alto funcionario.