Señor director:


Lo ocurrido hace unos días en la isla de Hawai, con un alerta por el lanzamiento de un misil, muestra el estado al que estamos llegando con esta locura armamentista. No puede ser que la gente de este lugar del planeta, que pertenece a EEUU, tuviera que vivir semejante susto, en medio de un panorama de permanente tensión.


Según las crónicas periodísticas, la gente creyó lo peor. Creyó que el ataque era inminente y que no habría forma de evitar la destrucción de la isla. Todo por culpa de una falsa alerta de alguien que se equivocó.


Pero acá el tema es la tensión con la que estamos viviendo. Si bien se dice que Argentina es uno de los lugares más seguros, todo el planeta corre el riesgo de ser destruido si el líder coreano y el presidente norteamericano no llegan a un entendimiento.


Todos somos presas de sus caprichos, tan sólo porque sus países han generado un potencial bélico impresionante.


Esperemos que el sentido común prevalezca en un tema tan delicado y que la comunidad internacional se reúna en defensa de la seguridad, la tranquilidad y la paz del mundo.