Señor director:


Una de las premisas de la democracia es la libertad de expresión. Pero cuando uno observa en las redes sociales y publicaciones de la prensa, que el 95% de los comentarios son ofensivos cruza la barrera de las buenas costumbres. Esto se ve en cualquier tipo de publicación, ya sea deportiva, espectáculos, ciencia, incluso se hace bullying a personas, como también se observa en publicaciones sobre política. Este último ítem también se utiliza en fomentar comentarios para beneficiar a un espacio político o defenestrar a otro. Creo que nuestra sociedad argentina está muy saturada y contaminada de tanto dolor, adversidad y demás emociones negativas como para seguir leyendo este tipo de ofensas. Sería importante que mediante una ley o bien un acuerdo social, se pudieran desactivar todo tipo de comentarios ofensivos hacia personas o instituciones. Ya es tiempo de que recompongamos los valores morales en nuestra sociedad. Y creo que esta es una forma de contribuir a la salud mental de los argentinos.