Señor director:


Ante la expectativa de que el Instituto para el Desarrollo Social (Indasol) promoviera y divulgara el aborto mediante la creación de "estrategias'' (una de ellas es llamarle "salud sexual y reproductiva'', para confundir); Leticia Montemayor, la titular, tras consultar al presidente, ha respondido que "el Instituto Nacional de Desarrollo Social carece de atribuciones para realizar actividades de promoción y divulgación del aborto''. Las políticas del aborto no están originadas por reclamo social, sino por el interés económico de grandes multinacionales del aborto (Planned Parenthood, la principal), apoyadas, en especial, por unos cuantos poderosos dueños de las finanzas del mundo. Se sabe: "Los lobbies abortista y LGTB, con la complicidad de gobiernos y grandes multinacionales, libran una batalla desde hace décadas para infiltrarse en los distintos organismos de la ONU y alterar los Tratados a fin de imponer sus respectivas agendas''. Lo han logrado, aunque los fines se opongan a los principios fundacionales de la ONU y la Declaración de los Derechos Humanos de 1948.


El aborto es un crimen. Mientras, la avaricia, impide pensar en el bien de los demás; es el afán de placer libidinoso. Por eso hay que educar a los adolescentes en el dominio personal en lugar de instarles a dejarse llevar de los instintos y conducirlos a la promiscuidad.