Y como dijo Borges: "Sarmiento, el soñador, sigue soñándonos''/
Soñó con un país pujante/
con maestros que instruyan a su pueblo/
forjando hombres libres de cadenas.//
Para este prócer genial de nuestra Historia leer y escribir fue una quimera./
Pensó y luchó; sufrió por ello el exilio, también grandes afrentas./
Sin claudicar, su combate fue una meta y una idea.//
Sueña en sus libros, batallando con su pluma titánica y egregia./
Y en sus páginas graba su pensamiento, su delirio de visionario y de profeta./
Soñará porque es inmortal su denodado afán de ver a su Patria, ilustrada y excelsa./
Siempre vigilará desde el mármol, con su mirada profunda, escrutadora, extensa./
Porque querrá saber qué nos sucede,/
si se han consolidado sus principios de Libertad, de Cultura y de Progreso,/
en nuestra tierra.//
Y seguirá soñándonos El Maestro Sarmiento.