Señor director:


Como todos los años recordando el descubrimiento de América, envío un fragmento del libro de mi autoría "El descubrimiento del nuevo mundo''.

Y el día 14 de octubre, / San Salvador fue costeando, / donde hombres y mujeres / a los cristianos llamaron. // "Sí eran venidos del cielo'' con señas les preguntaron. // Se arrojaron en el suelo, / alzando al aire sus manos. // El almirante afirmó / que a esa gente iba a dotarlos / de la religión cristiana, / por ser de espíritus mansos. // Después, con sus tres navíos, / las islas fue visitando: / todas hermosas y fértiles; / pero, él, oro iba buscando. // En cada una de ellas, cargaba algunos lucayos. // Unos parecían contentos; / pero otros, se le escaparon. // Isla de Santa María, / así a una la nombraron / y pasó a ser posesión / del español Rey Fernando. // Luego hablaron de otra isla / con minas de oro, afirmaron, / que encontrarían, allí, / lo que tanto iban buscando. // Con el nombre Fernandina / a esta otra bautizaron. // Era llana, verde y fértil / con el panizo sembrado: / llamaban así al maíz, / el oro estaba en sus granos.