Señor director:


La vitamina C (ácido ascórbico), como su nombre lo indica, previene el escorbuto, enfermedad caracterizada por las hemorragias múltiples de las encías y otras regiones del organismo y alteraciones óseas graves. El escorbuto aparece cuando el hombre se ve obligado por ciertas circunstancias (guerra, exploraciones lejanas) a alimentarse con productos exclusivamente conservados. Durante las enfermedades febriles el organismo necesita mayor cantidad de vitamina C que en condiciones normales de salud; por eso se hace necesario un consumo abundante de jugo de frutas y verduras crudas, en dichos casos. La vitamina C se encuentra en abundancia en las frutas cítricas como naranja, pomelo, limón, mandarina como también en tomate, berro, achicoria, acelga, espinaca. En menos cantidad se halla también en las manzanas, peras, ciruelas, melones, cerezas y paltas. La leche contiene bastante proporción de vitamina C, que varía según la alimentación de la vaca, el clima y otros factores. El ácido ascórbico en las frutas cítricas es más abundante por debajo de la envoltura y en la pulpa: el jugo contiene menos cantidad. Además, el contenido vitamínico varía según la variedad de la fruta y la zona de cultivo. Para que los alimentos conserven la vitamina C deben hervirse en un recipiente cerrado. La papa debe hervirse con cáscara entera, pues si se pela y se corta en trozos pierde la mayor parte de su contenido vitamínico.

Dr. Francisco Lázzaro
Médico - MP 1760