Señor director:


Nos quejamos si vemos las calles, veredas y cunetas sucias, llenas de papeles, envoltorios de plástico, pero son pocas las personas que contribuyen con la limpieza. A modo de propuesta, creo que los municipios, que son los encargados naturales de mantener la limpieza en sus ámbitos, tendrían que implementar algún sistema que les permita sancionar a la persona que sea sorprendida arrojando residuos en la vía pública. A los niños no se los sancionaría, pero se aprovecharía para enseñarles que no se deben arrojar residuos en cualquier lugar y que hay que depositarlos en los basureros o retenerlos hasta encontrar un lugar adecuado.


Si no nos proponemos entre todos mantener la limpieza del lugar en que vivimos, en poco tiempo estaremos cubiertos de basura e invadidos de roedores e insectos.


Estamos en una época en que todo el mundo habla de la necesidad de conservar el medio ambiente para evitar otros problemas mayores como el del cambio climático. Entonces, aprovechemos esta oportunidad que tenemos para generar una fuerte conciencia sobre la importancia que tiene la limpieza urbana. Todo es cuestión de educación y de aplicar normas de convivencia. El hábito de la limpieza, una vez adquirido, no se pierde jamás y eso es lo que hay que inculcar a la población en general, pero particularmente a los niños que son más proclives a aprender y aplicar lo que se les enseña.


Marianella González   DNI 18.993.862