Señor director:


Pasaron las elecciones provinciales en las que se notaba un febril trabajo en todos los municipios por inaugurar obras o mantener limpios los paseos públicos como las calles. Pero, hay algo que tortura a los conductores de cualquier vehículo que son los reductores viales. Estos están construidos de diversas formas, ya sea de lomadas, como de pianitos. Están en muchas calles y esquinas de Capital y Gran San Juan. El grave problema es que muchos de ellos están despintados. Por lo tanto, motociclistas como ciclistas se caen porque es difícil verlos, en especial de noche. También sufren este problema los automovilistas, que por más que transiten despacio, igual rompen el tren delantero de los vehículos a causa de que estos reductores tienen varios centímetros de altura, lo que provoca accidentes. Por lo enunciado se hace necesario que se quiten las lomadas y pianitos para hacer algo más suave y menos peligrosos para los vehículos de todo tipo. Además, lo que tiene que primar es una constante campaña de educación vial y también la Justicia de Faltas, en caso de cometer infracciones.