Señor director:


Dentro de una serie de reflexiones que he dedicado al "diario vivir", le hago llegar este pensamiento referido a los años que expresa lo siguiente: Tengamos claro, nuestro "caparazón" cambia, y a veces mucho, pero nuestro ser, es el mismo. Nuestra esencia guarda a través del tiempo, el aroma del alma joven. Y agregamos a ella, lo que llamo, obra lograda, porque somos nuestro propio orfebre: tallamos en la vida ese ser que creció, gracias a la sabiduría de vida que "cultivamos" en el camino. Ello nos da más serenidad, paz, criterio para analizar, valorar y convivir. Aprendamos a apreciarnos. Tratemos de embellecer la nueva "imagen" desgastada por los años y enseñemos a respetar nuestro "equipaje de vida".