Señor director:
Deseo adherir en todo concepto a la opinión del lector Hernán Castilla, publicada hace unos días en esta columna, referida a la discriminación que soportamos las personas adultas en el uso de recursos informáticos tales como la computadora y el celular, para realizar gestiones bancarias, trámites en reparticiones públicas y hasta para poder estacionar un vehículo en el microcentro de la ciudad.
A nuestra generación se nos complica desde adquirir un celular de última generación hasta utilizar el lenguaje apropiado para referirnos a trámites bancarios o bajar una App para realizar determinadas gestiones o tener acceso a determinados espacios. Muchos creen que con la informatización se solucionan todos los problemas, no dudo que en un futuro ése será el camino, pero por ahora hay mucha gente que no cuenta con las habilidades necesarias para acceder a esos servicios y es ahí cuando nos sentimos discriminados.
David Alberto Elías
DNI 10.383.176