Con el Día de la Escarapela Nacional, comienza hoy la Semana de Mayo. Todos los argentinos que amamos a nuestra querida nación nos emocionamos hasta las lágrimas. Es así, porque ese es un amor genuino a la tierra donde nacimos y de la cual nos sentimos orgullosos. Es por eso que vienen a mi mente, recuerdos y anécdotas como las que les paso a contar. Resulta que, en la desaparecida escuela primaria "Leandro N. Alem'', allá por la década de 1950, además de aprender a leer y escribir, las maestras nos enseñaban a confeccionar nuestros símbolos patrios. También a conocer su historia, su significado y sobre todo respetarlos y quererlos. Hacíamos nuestra propia escarapela, de brillantes papel glasé, que resplandecían en nuestros guardapolvos blancos y que todos lucíamos en la fiesta. Si, era la Semana de Mayo, que concluía con el acto del "25 de Mayo de 1810'', que se realizaba en el espectacular salón de actos.
Recuerdo que teníamos que hacer cola para entrar, pues cada curso o grado iba con su maestra y ya teníamos el lugar asignado. Los niños más pequeños, de 1º grado adelante. Los más grandes, de 4º, 5º, y 6º, al final y las maestras, a quienes llamábamos "señorita'', en los pasillos, con el fin de cuidar la "conducta''. Mi maestra era la señorita Lita Mabel Quiroga. Siempre nos decía que, "la señora directora, Raquel Carreras de Pósleman, ha felicitado a este 1º grado, porque se han portado muy bien''. A todos nos hacían felices esas palabras, porque éramos muy inquietos y muy juguetones.
Eran verdaderos maestros y profesores con sentida vocación. Nos enseñaban a ser creativos para despertar vocaciones. El profesor de carpintería, un año, nos enseñó a hacer aviones planeadores en madera balsa, que nos servían para jugar y que mostrábamos orgullosos a nuestros compañeros y familiares.
Tanto la maestra, como el profesor y la directora, presentes en el patio central de la Escuela Alem y una vez terminados nuestros aeroplanos, nos acompañaban para verlos planear.
Cada fecha patria, en especial la semana del 25 de Mayo, para nosotros, los niños de antes, tenía un significado muy sentido. Se mezclaban las escarapelas, las banderitas, el escudo y los nombres de los próceres que hicieron de la República Argentina, un país grande, libre y soberano.
Leopoldo Mazuelos Corts Dirigente vecinal
