Señor director:


Hace unos días, en la mañana, caminaba por el centro de la ciudad. Muy grata fue la sorpresa de encontrarme con artistas callejeros que cantaban y tocaban instrumentos en distintos lugares. No molestaban a nadie, más bien, le ponían belleza auditiva a la ciudad. En la plaza 25 de Mayo, había un señor de unos 60 años, cantando folclore a capella. Mientras, un adulto joven tocaba el violín en la esquina de General Acha y Rivadavia. A unos metros, otro hombre con un equipo de música, cantaba viejas canciones de las décadas de 1970 y 1980. Insisto, no molestaban ni pedían limosna. No hacían nada malo. Todo lo contrario, le ofrecían música a los sanjuaninos. Quizás eso nos haga falta, el disfrutar de los artistas callejeros que ofrecen sus canciones, teatro al paso y humor, para brindarle una caricia al alma.



Susana Mallorca    DNI 13.783.745