Señor director: 


Cuando veo programas políticos o noticieros por canales de Buenos Aires, se me estruja el corazón. Cuánta gente mal intencionada que no le interesa el bien común, ni nuestra querida nación. Se olvidan del Padre de la Patria, de Manuel Belgrano, de Domingo Faustino Sarmiento y otros próceres patriotas. Todo lo dejan de lado en pos de intereses sectoriales y de ideologías que nada tienen que ver con una república democrática. Es por eso que aprovecho para pedirles a todos los creyentes, sean de la religión que sean, que nos unamos en pos de orar por nuestra patria, por nuestra querida Argentina. 


Sí, oremos por nuestro país y nuestra provincia. Despojémosnos de todo egoísmo y pasiones políticas para bendecir a nuestras autoridades, que fueron elegidas por el voto de la ciudadanía. Pidamos a Dios que les dé sabiduría para guiar al pueblo, honestidad, patriotismo y lealtad a la nación, no a sus partidos, agrupaciones o frentes electorales. 
Oremos por trabajo, por la restauración de la familia argentina y para que se termine el flagelo de la droga. Dios bendiga a la Argentina.