La Osteoporosis es una enfermedad ósea que se caracteriza por una disminución de la densidad del tejido óseo y tiene como consecuencia una fragilidad exagerada de los huesos. Cabe señalar que para recordar la necesidad de prevenirla, desde 1996 se celebra en la mayoría de los países asociados en la Organización Mundial de la Salud (OMS) el Día Mundial de la Osteoporosis. Esta jornada apunta a concientizar sobre diagnóstico y prevención de la enfermedad. En ese sentido cada vez es más fuerte la evidencia del vínculo entre el hábito de fumar en la disminución de la densidad mineral de los huesos.


Un meta-análisis publicado por la entidad, reconoce que a edad avanzada, una cada ocho fracturas de cadera, es atribuible al hábito de fumar cigarrillos. La persona fumadora habitual, tiene una pérdida de concentración mineral en los huesos mucho más rápida que los no fumadores, con una incidencia de hasta el 6% en la densidad ósea total. La fractura de cadera se presenta con mayor preeminencia entre los fumadores a todas las edades, pero asciende un 17% a los 60 años de edad, y al 71% a los 80 años. El estudio sugiere además la constatación de una caída en los niveles de pérdida de hueso, en tanto la persona abandone el hábito de fumar cigarrillos.

Segun la OMS, aproximadamente el 30% de mujeres postmenopáusicas presentan esta enfermedad.

La osteoporosis aunque afecta mayormente a mujeres no es exclusiva de este género. La OMS afirma que aproximadamente el 30% de las mujeres postmenopáusicas presentan osteoporosis en mayor o menor grado, lo que se revela a través de la densitometría ósea, que establece el grado de densidad mineral de los huesos. La disminución de la masa ósea provoca aumento de la fragilidad y el peligro cada vez mayor de fracturas por bajo que sea el impacto. Casi 3 millones de personas sufren fractura de cadera cada año, de las cuales hasta 200.000 mueren a consecuencia directa de la fractura. Una cada cuatro de esas fracturas se registra en América latina y Asia.


A nivel preventivo, se entiende que la falta de calcio en la dieta, particularmente en la infancia y la adolescencia cuando se obtiene la masa ósea adecuada, son claves en la prevención.


Lácteos, frutas y vegetales en abundancia, así como reducir la ingesta de carnes y evitar la sal de mesa, son las recomendaciones principales que se realizan en una prevención que no solamente debe alcanzar a las mujeres, sino a todos por igual, en tanto la patología consecuente puede ser sufrida por ambos sexos y a cualquier edad.



Por Román Martínez
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