Señor director:

 
Cada domingo, desde mi infancia, me lo enseñaron mis padres y mis abuelos, una de las cosas que hago cada domingo es asistir a la misa. Durante mi adolescencia alguna vez me preguntaba ¿Por qué ir a misa? Ahora la respuesta la tengo clara. 


La misa es el centro de la vida de la Iglesia y de cada cristiano. Hay mil razones más que otros dirán: no importa que te distraigas, también lo haces comiendo o trabajando; no vas a ver un espectáculo. Procura descubrir a Dios en el silencio y en los gestos del sacerdote y de los fieles. Hay que leer los textos de la misa, ir los domingos y seguro que con el tiempo asistirás a misa entre semana también. Y descubrirás a María su Madre en la Misa.