Señor director: 


En el caso de los menores, emigrantes y refugiados, debemos tomar conciencia de que son los niños precisamente los que constituyen el grupo más vulnerable, porque, mientras se asoman a la vida, son invisibles y no tienen voz. Todo ello hace que el reto que tenemos por delante sea aún mayor. 


La Iglesia lo sabe y al igual que lo hizo durante la jornada mundial celebrada el 15 de enero último, sigue con su campaña "predica y da trigo los 365 días del año'', sensibilizando y dando la bienvenida al que llega consciente de que el fenómeno de la emigración no está separado de la historia de la salvación, sino que forma parte de ella.