Señor director: 


El niño de pecho encuentra en la leche un alimento que contiene todos los elementos que necesita para su desarrollo. Sin embargo, siendo escaso el contenido de hierro, la lactancia materna exclusiva no debe ser muy prolongada; por ello, llegado a cierta edad, la alimentación del niño debe completarse con el agregado de vegetales y de frutas. Por otra parte, también para los adultos la leche de vaca, constituye un buen alimento, y al igual que los huevos, sustituye a la carne. El contenido de proteínas de la leche de vaca, es de un 3,50%, 4,70% de lactosa (azúcar), 3,70% de grasa y 1% de sales minerales, y un 87,10% de agua. El calcio constituye la principal sal mineral de la leche, seguida por el fósforo, y el hierro, en pequeña proporción. Contiene, además, enzimas que favorecen la digestión, y las vitaminas A, Bl, B2, B6, C, D y E. La leche debe ser obtenida de vacas sanas y guardar todas las reglas higiénicas. También es excelente la leche de cabra y de burra, siendo la primera de ellas, muy rica en grasas, y la de burra, es la que más se acerca a la leche de mujer, por su contenido. Varias son las formas de presentar la leche en el comercio, como son la leche en polvo, la leche condensada, maternizada, y otras variedades. Estas variedades de leche, deben reservarse para casos de ser imposible conseguir leche fresca, o en viajes muy largos o en caso de sufrir alergia.