Señor director:


Hace varios años que concurro al Mercado de Abasto y Feria Municipal de la Capital. Allí compro las frutas y verduras que el negocio o verdulería que atiendo necesita. Como todo verdulero, concurrir a primera hora es encontrar la más fresca mercadería para brindar calidad a los clientes. Hay dos horarios de ingreso a este mercado: a las 6 de la mañana se abren las puertas a los puesteros o productores - chacareros. Media hora después, las puertas se abren a los verduleros, que después de largas colas de camionetas, autos y demás movilidades, nos confundíamos en el movimiento del ir y venir buscando los productos allí expuestos. Los puesteros y nosotros teníamos (porque ya no está) una sola voz que nos indicaba el momento de ingreso: "La campana'', un clásico y hasta folclórico detalle que todos esperábamos escuchar. El sonido de la campana era como unos buenos días con alegría y buenas y exitosas ventas. Esta campana ubicada a la entrada y frente a la gruta de la Virgen María Auxiliadora, patrona del agro argentino y protectora del campo, un buen día desapareció. Si, así como se esfuman otras obras de arte y patrimonio sanjuanino, entre otros, los portones del Parque de Mayo, los muchos copones, que habitaban en el parque, en la Plaza 25 o en calle Las Heras, seguramente traídos de afuera, varias farolas de un San Juan colonial, de rejas de hierro forjado, etc.


Ya han pasado más de tres años y la campana, que es patrimonio de la Feria y Mercado de Abasto, no está. Averigüé entre viejos puesteros de la feria sobre el destino de esta campana, pero no encontré una respuesta que me diga a dónde fue a parar. Sólo saben que la campana estaba en perfecto estado y fue descolgada, nadie sabe el porqué ni dónde está.