Tapa del libro publicado por la UNSJ con la colaboración del Gobierno de San Juan.

Gran parte de la provincia de San Juan está comprendida dentro de la región de mayor peligrosidad sísmica del país. Desde que existen registros de los movimientos sísmicos los sanjuaninos hemos padecido varios terremotos destructivos entre ellos el de 1894, 1944, 1952 y 1977. De cada uno de ellos se han capitalizado experiencias aplicables a los sistemas de construcción y al comportamiento que las personas deben tener antes, durante y después del terremoto, para evitar víctimas. Todo esto está comprendido dentro de la prevención sísmica, única acción capaz de salvar vidas ante la ocurrencia de los inevitables terremotos que pueden producirse en cualquier momento sin que haya posibilidad de predecirlos.


Sobre este concepto básico gira el contenido del libro "¿Por qué suceden los sismos en San Juan?" editado por el Instituto Geofísico-Sismológico Ing. Volponi, de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Universidad Nacional de San Juan, con el apoyo del Ministerio de Gobierno de la provincia. El volumen detalla una serie de aspectos básicos vinculados a los movimientos sísmicos que habitualmente ocurren en San Juan detallando el fenómeno de la Tectónica de Placas con su habitual comportamiento; los conceptos de intensidad y magnitud, como también de peligro sísmico y riesgo sísmico, para terminar con un capítulo dedicado a la prevención, con consejos útiles para aplicar.


Respecto de la prevención sísmica señala que la experiencia pasada nos permite presumir que donde ocurrieron terremotos seguirán ocurriendo y que es esta prevención la que puede disminuir las pérdidas de vida y bienes materiales. Esto se consigue mediante la aplicación de códigos de edificación adecuados, mapas de zonificación sísmica, y programas destinados a que la población mejore su preparación en caso de terremoto.


Para entender por qué ocurren los terremotos, el libro, que ha sido puesto a disposición de las escuelas y otras instituciones culturales de la provincia, señala que la teoría global de la Tectónica de Placas que proviene de la teoría de deriva continental de Alfred Wegener (1912), explica con datos modernos cómo se mueven las placas, por qué se producen los terremotos y los procesos endógenos de la Tierra. La teoría de deriva continental se basa en varias evidencias científicas comprobadas: * Los continentes no son estables, se mueven. * Existen dos tipos de corteza, la continental y la oceánica. * La fuerza para mover los continentes viene de flujos de convección y de la rotación de la Tierra. * En algunas partes del mundo las placas se chocan y pueden provocar la formación de montañas. * Las placas oceánicas con mayor densidad se hunden por debajo de otras placas más livianas provocando subducción. Esto último es lo que ocurre con el comportamiento de la placa de Nazca, en el Pacífico Sur, en relación con la placa Sudamericana, que es en la que se encuentra la Argentina y, lógicamente San Juan. Se trata de uno de los márgenes convergentes más activos del mundo. La placa oceánica de Nazca se desplaza a 6,6 cm por año hacia el este. En su contacto con la Sudamericana, por ser más pesada se hunde (subduce) bajo la placa continental. Este fenómeno provoca una enorme acumulación y liberación de energía. Cuando esta se libera repentinamente se produce la emisión de ondas a su alrededor, es cuando decimos que ocurre un terremoto.


Así como en San Juan estamos acostumbrados a percibir los fuertes terremotos chilenos de interplaca, que suceden a cientos de kilómetros de nuestra provincia, también tenemos nuestros propios terremotos. Son sismos superficiales que suceden en fallas cercanas a nuestros centros poblados. Esto genera el peligro inminente de que suceda un sismo destructivo en cualquier momento. Por ejemplo el 15-01-1944, una falla muy cercana a la ciudad de San Juan produjo enorme destrucción en las construcciones que no eran sismorresistentes.


Dentro de la prevención sísmica el libro impreso en noviembre último señala que en un terremoto la mayoría de las víctimas resultan de la caída de objetos y escombros, porque los sismos pueden sacudir, dañar o demoler edificios y otras construcciones. De ahí la importancia que tiene el diseño correcto de las estructuras conocidas como 'sismorresistentes".


En cuanto al comportamiento de la gente, hay que tener en cuenta que los terremotos interrumpen las comunicaciones de todo género como calles, rutas, teléfono, gas y energía eléctrica. Lo mismo sucede con los hospitales y clínicas, por lo que se recomienda a las agencias de comunicaciones y servicios públicos contar con equipos de emergencia, con fuentes de energía independientes para poder prestar auxilio a los vecinos en caso de terremoto.

Por Alfredo Correa
DIARIO DE CUYO