Un estudio realizado por el Departamento de Ingeniería Química del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) determinó que en 20 provincias relevadas hasta ahora, hay unas 122 poblaciones en las que se ha detectado, en menor o mayor grado, la presencia de arsénico en el agua que consumen. El informe se hizo en base a una serie de análisis químicos del agua de cada una de esas localidades, lo que permitió clasificarlas de acuerdo a la gravedad del caso y la cantidad de microgramos de arsénico por litro de agua.


Es conocido que el consumo de agua contaminada con arsénico, puede causar enfermedades que van desde el cáncer y la anemia hasta problemas con la piel. También hay que tener en cuenta que la presencia de arsénico en el agua es un problema endémico en la Argentina, ya que una gran cantidad de ríos o cursos de agua contienen esta sustancia en forma natural. Se puede decir que estamos ante una contaminación natural y que hay que preservar a las poblaciones abasteciéndola con agua proveniente de ríos o acuíferos que no contengan esa sustancia.


Si bien los casos más graves han sido detectados en la zonas Noroeste y Norte del país, la provincia de San Juan figura entre los puntos donde se observa la presencia de arsénico en el agua, aunque en niveles moderados. En la Secretaría de Medio Ambiente de la provincia, tienen monitoreado los sitios en los que se detecta la presencia de arsénico en el agua a fin de determinar periódicamente si los niveles no son perjudiciales para la salud. Se han detectado zonas de agua con arsénico en el Norte de Jáchal; en la zona de Marayes, en Caucete y, en menor medida, en la zona de El Encón, en 25 de Mayo. En cada uno de estos sitios el Gobierno de la provincia implementó sistemas de potabilización del agua, realizando acuíferos desde zonas no afectadas, aunque, lógicamente, siempre quedan pequeños caseríos o viviendas aisladas, a las que todavía no se llega con una solución efectiva.


En el Norte de Jáchal, las poblaciones afectadas son Malimán, Buena Esperanza y la Chigua. Según el ingeniero José Luís Espinoza, del área de Medio Ambiente, los niveles de microgramos por litro de agua en ese sector son muy bajos y están en el orden de los 0,0021 mcg/litro a los 0,0071 mcg/litro. La Organización Mundial de la Salud tiene establecido que el valor que no perjudica a la salud es menos de 10 mcg/litro.


En los casos de El Encón y Marayes, donde actualmente los niveles no implican un mayor peligro, una experiencia realizada con la UNSJ permitió contrarrestar la presencia de arsénico mediante la utilización de hierro, mejorando considerablemente la potabilización del agua.


El caso de la ciudad de Jáchal, es una prueba de cómo se solucionó el problema. Se hizo un acueducto desde la localidad de Villa Mereces para traer agua libre de arsénico.


El estudio realizado por la ITBA sostiene que haber determinado los principales puntos del país donde el agua contiene arsénico ayudará a tomar medidas e implementar acciones para contrarrestar los efectos de esa sustancia.