Foxconn es la empresa taiwanesa más grande del mundo en la fabricación de electrónicos (iPhone, iPad, varios modelos de celulares, consolas de juegos, etc.). Actualmente da trabajo a cerca de 1.2 millones de personas pero tiene un plan para que, en pocos años, todos sus empleados sean reemplazados por robots.


Amazon anunció en septiembre pasado la total automatización de su planta ubicada en Staten Island, en Nueva York, por medio de la utilización de robots inteligentes colaborativos. Y los ejemplos podrían seguir porque es acelerada la utilización de máquinas junto con la Inteligencia Artificial para una larga lista de trabajos.


No cabe duda. Somos los humanos que experimentarán en vida el mayor cambio de la historia de la humanidad en el campo laboral. 


Hay quienes incluso sostienen que seremos la última generación en donde la inteligencia humana supera a la inteligencia artificial (IA).Y es justamente este tiempo de singularidad tecnológica (cuando la IA alcanza a la humana, que varios científicos pronostican dentro de 10 años), la que está produciendo y producirá semejantes transformaciones.


El caso de AlphaGo, un programa de Inteligencia Artificial que le ganó todas las partidas del juego Go (muy difundido en Asia) al, -hasta ese momento-, imbatible hombre campeón mundial del juego, es una muestra icónica de este avance.


Imaginemos que pasará en la medicina si ya hoy hay máquinas que producen diagnóstico en una relación de certeza de 400 a 1 sobre las realizadas por médicos humanos. O en el derecho. Qué decir de Ross que es el primer abogado robot que litiga usando Inteligencia Artificial y es capaz de escuchar el lenguaje humano, rastrear más de 10 mil páginas por segundo y formular una respuesta mucho más rápido que cualquier abogado humano.


Los cambios van mucho más allá que nuestra provocativa imaginación. A muchos adultos nos cuesta entender este fenómeno pero es de suponer que los centennials (los nacidos después del año 2000), tienen más claro estas mutaciones y se preparan para enfrentarlas. Pero cuando miramos las carreras a las que están ingresando los que pertenecen a esta generación, vemos que son en una gran cantidad, profesiones que dejarán de existir o que tendrán dramáticos cambios (Contador Público, Abogado, Médico, Arquitecto, Periodista, etc.).


Es verdad que la naturaleza de estos acontecimientos requiere urgentemente intensificar los debates éticos, filosóficos y teológicos (que dejaremos para otro momento), pero a la vez es importante definir ¿cuál es nuestra actitud frente a todos estos fenómenos?


Seguramente evitaremos comer un alimento después de su fecha de vencimiento. Sin embargo seguimos "consumiendo'' instituciones y estructuras cuya fecha de vencimiento ha superado ya varias décadas.


Por eso el gran desafío es que, en medio de una gran incertidumbre nos esforcemos a responder esta pregunta: 


¿Qué puedo o debo hacer para que estos tremendos cambios epocales no me dejen sin trabajo?

Gustavo Carlos Mangisch.
Director de la Maestría en Gestión de Nuevas Tecnologías en Comunicación de la UCCuyo.