Después de dos años de perder gradualmente popularidad en su país e influencia política en el exterior, el presidente venezolano Hugo Chávez podría ser uno de los grandes beneficiarios de un aumento del precio mundial del petróleo provocado por la revuelta popular en Egipto.

¿Aumentará el precio lo suficiente como para darle al régimen chavista un segundo aire, y permitirle ganar las elecciones de 2012? ¿Podrá Chávez volver a comprar el apoyo de los gobiernos latinoamericanos con más petrodólares? El gobernante de Venezuela sabe que su futuro político depende del precio del petróleo.

Su popularidad cayó peligrosamente -en las últimas elecciones legislativas, el 52% de los votos fue para la oposición, pese a la masiva propaganda oficial y a las limitaciones a la prensa- y Venezuela sufre una inflación del 30%, escasez de alimentos y el crecimiento más bajo de Latinoamérica. Pero Chávez apuesta a que el "efecto Egipto" sobre el precio del petróleo alcanzará para salvarlo. Cuando empezó la agitación en el Medio Oriente, el petróleo en Nueva York subió U$S 7 el barril, hasta alcanzar U$S 92 esta semana. Venezuela dice que exporta 2,3 millones de barriles diarios, y los economistas calculan que -después de restarle las ventas subsidiadas a Cuba y a otros países- cada subida de U$S 1 equivale a unos U$S 730 millones extra al año, lo que le daría a Chávez un nuevo empujón.

Según Russ Dallen, del banco de inversiones BBO Financial Services, si Egipto logra una transición pacífica del poder y los precios del petróleo permanecen a su nivel actual, este año Venezuela ganaría U$S 5100 millones adicionales. Si la transición de Egipto es caótica, y el temor de que se interrumpa el paso de los petroleros por el Canal de Suez lleva el precio del petróleo en Nueva York a U$S 100 el barril, Venezuela obtendría este año U$S 10.000 millones adicionales. Y si la agitación egipcia llegara a extenderse a los principales productores de Medio Oriente y los precios del crudo alcanzaran su record anterior de U$S 150 el barril, Venezuela ganaría U$S 35.000 millones adicionales. Pero es improbable que ocurra, porque ese aumento desencadenaría una recesión mundial que inmediatamente haría bajar los precios del petróleo, explicó.

Otros analistas dicen que Chávez no se beneficiará con el "efecto Egipto", porque Venezuela tiene que pagar una enorme deuda externa, y su producción petrolera cae de manera drástica. Evanan Romero, ex director del monopolio petrolero venezolano PDVSA, me dijo que la falta de inversión en exploración y mantenimiento ha hecho disminuir la producción petrolera venezolana en más de una tercera parte en los últimos 12 años, y que las exportaciones seguirán en baja. El enorme consumo doméstico -la gasolina en Venezuela cuesta 5 centavos de dólar el galón, menos que una botella de agua- así como el contrabando a países vecinos y las exportaciones subsidiadas reducirán el ingreso de Venezuela.

Mi opinión: Chávez ha sido afortunado, y los precios récord del petróleo desde que asumió el poder hasta que comenzaron a bajar con la crisis de 2008 le ha permitido comprar lealtades en su país y en el extranjero. El actual aumento de los precios del crudo lo ayudará, pero no será suficiente para permitirle comprar votos como en el pasado. Si el petróleo sube por encima de U$S10 el barril, la tenue recuperación económica de Estados Unidos llegará a su fin, el precio del petróleo bajará, y los ingresos de Venezuela se reducirán.

"LO MÁS probable es que el "efecto Egipto" le dará a Chávez un pequeño respiro, pero no lo suficiente para ganar fácilmente las elecciones de 2012 sin un aumento de la represión interna o del fraude electoral".