Es necesario, desde el cristianismo, que podamos clarificar donde se confunde y evidenciar las profundas inconsistencias de ciertas ofertas de salvación.

 

La "New Age” (Nueva Era) es una nueva sensibilidad, un modo ver y entender el mundo, un nuevo paradigma. Hoy es común oír hablar de "conciencia superior, de armonía profunda, de meditación trascendental, de energías, de realizar nuestro yo, de pensar en positivo”, son frases que están en la calle, llenan los medios de comunicación y fundamentalmente invaden las redes sociales.

 

TERAPIAS ALTERNATIVAS

La "New Age” se presenta como una nueva sabiduría (nueva "gnosis”). Derivaciones de esta cosmovisión son las llamadas "terapias alternativas”. Demás no está decir que su abanico es muy profuso. Se presentan como una colección de armas ordenadamente dispuestas, con gran diversidad de métodos, técnicas y medicinas alternativas que prometen el logro de una vida sana, el equilibrio y el control personal, el desarrollo de nuestras potencialidades y el cambio o la expansión de la conciencia.

En su gran diversidad, están las dirigidas a una vida sana, armoniosa, juvenil y sin estrés. En éstas, el énfasis no está puesto en la curación, sino en el cuidado de la salud y en el equilibrio integral del ser humano.

EL YOGA

Así, pueden encontrarse gimnasias suaves como el yoga. El yoga refiere, en términos globales, al método tendiente a dominar las fuerzas corporales y mentales a fin de alcanzar la armonía y unión con el "yo”, con los demás, con el universo y con lo divino, de modo que el alma pueda liberarse de las pasiones del cuerpo.

La "New Age” se camufla detrás de muchos nombres aparentemente compatibles con la fe cristiana. 

EL REIKI

El reiki también, intenta armonizar las energías cósmicas con las energías vitales, espirituales, corporales y mentales de una persona. El reiki es una enseñanza budista desarrollada en el siglo XIX por el monje Mikao Usui de Kyoto. 

Según este monje, es la misma energía vital universal la que fluye en toda la creación y en todos los poros del cuerpo de las personas, animales y plantas, etc. Sostiene, también, que esa energía puede ser canalizada para fines curativos.

LA NEW AGE

Por su parte, la "New Age" en su mirada holística (palabra que deriva del griego "holos” y significa entero, todo, completo, íntegro), también se presenta como un camino espiritual que pretende dar respuesta a las exigencias más profundas del ser humano. Dispone de una serie de técnicas de meditación que ayudan a "entrar en uno mismo”, implica centrarse en uno y descubrir, a través de las llamadas experiencias místicas, la participación en el todo. Aquí encontramos, por ejemplo; la meditación trascendental, el mantra yoga, entre otros.

DESAFÍO PARA LA IGLESIA Y SU MISIÓN EVANGELIZADORA

Ahora bien, ¿qué podemos decir desde la fe de la Iglesia Católica de la New Age?, ¿es compatible con la fe de la Iglesia católica?, ¿se puede ser cristiano y "newager” al mismo tiempo? 

Estas cuestiones, las debemos responder con responsabilidad. La "New Age” no es una realidad neutra, ni sus efectos de alcance mínimo. Todo lo contrario, con su forma de ver y comprender la vida y el mundo, se alza como una alternativa ante los males de la vida y como un camino para saciar la sed de búsquedas humanas más íntimas y verdaderas. Hemos de sostener que la "New Age” se camufla detrás de muchos nombres aparentemente compatibles con la fe cristiana. Es por ello que se convierte en un desafío para la Iglesia y su misión evangelizadora.

Es necesario, desde el cristianismo, que podamos clarificar donde se confunde y evidenciar las profundas inconsistencias de su oferta de salvación.

La "New Age” no es un retorno a Dios. No se piensa en un "encuentro”, pues eso implicaría una "alteridad”. Para la nueva era no hay diferencia entre Dios y el mundo ni entre Dios y la persona. Dios no es Alguien, sino "algo”. Es la energía cósmica que lo envuelve todo. De este modo, el camino espiritual está centrado en las "experiencias”, lo cual importa un eterno giro en el "yo”, lo más subjetivo posible. Por ello también puede decirse que en la meditación no hay verdadera "oración”, en el sentido de un "diálogo con Otro”. En definitiva, la espiritualidad de la "New Age” se funda en una divinidad impersonal.

ENCUENTRO CON DIOS

Todo esto está muy lejos de la revelación cristiana. Para el cristianismo, el ser humano puede encontrarse con Dios porque Dios sale a su encuentro. Los cristianos creemos que Dios dispuso en su sabiduría revelarse a sí mismo y dar a conocer el misterio de su voluntad, por medio de Jesús, Verbo encarnado, y es a través de Cristo que tenemos acceso a Dios Padre en el Espíritu Santo. Así pues, el acceso a Dios es un don que se da a través de la comunión, de la relación personal, de un acto de amor, y como consecuencia de la acción de la gracia y de nuestra respuesta libre.

 

Por: Juan Manuel García Castrillón
S.T.D. Abogado