El 13 de diciembre de 1907 se produjo circunstancialmente el hallazgo de petróleo en suelo argentino y ese acontecimiento fortuito marcó el comienzo del extraordinario desarrollo de la industria hidrocarburífera a cargo de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF) durante casi un siglo, como una de las empresas pioneras en el mundo.

Ese liderazgo competitivo, ligado a la soberanía nacional, estuvo condicionado por avatares políticos y económicos en las últimas décadas y hoy, como empresa privada con mínima participación accionaria argentina, es parte de un contexto en el que se debate nuestra dependencia energética, el agotamiento mundial de las reservas de crudo y como consecuencia la búsqueda de combustibles alternativos, renovables, y ecológicos.

La institucionalización de este día por parte del Senado el 2 de noviembre último, implica el reconocimiento a "miles de hombres y mujeres que desarrollan su actividad en la industria hidrocarburífera\'\', según dice la ley, a 104 años del descubrimiento en Comodoro Rivadavia. La extrema sequía que afectaba a esa población de Chubut, impulsó a la "División de Minas, Geología e Hidrogeología\'\', creada en Buenos Aires en 1904, a enviar al Sur un equipo de perforación para buscar agua. La precariedad de los equipos frustraron todo intento de dar con el líquido elemento, pero los reiterados fracasos no detuvieron a Beghin y Fuchs y la tenacidad los llevó hasta los 535 metros de profundidad, donde los sorprendió el fluir del petróleo.

Hoy es un día para recordar el nacimiento de un país con petróleo, un don de la naturaleza que debió sostenerse en el tiempo con políticas de Estado para incrementar la búsqueda de nuevas reservas, que ahora son escasas y por ello se debe importar en gran medida para evitar el desabastecimiento. Se estima que en 2012, solamente las importaciones de gas podrían demandar entre 5.000 y 6.000 millones de dólares, tanto en barcos que llegan desde el Caribe, como por el aumento del 50% en los envíos diarios del fluido desde Bolivia.

Revertir este drenaje de divisas requiere grandes inversiones en exploración y explotación, que lleva mucho tiempo hasta determinar la rentabilidad de un yacimiento.Y la sustitución de los combustibles fósiles por alternativos de fuentes renovables, recién comienza.