San Juan tiene un gran potencial turístico. La consigna es trabajar entre todos los sectores con un solo objetivo: el bien común para toda la comunidad.


Desde hace al menos una década, para los sanjuaninos, la industria turística tiene una gran importancia. De forma permanente los ciudadanos muestran interés y preocupación por este tema y lo manifiestan de manera pública. Desde el ámbito oficial se trabajó en eventos departamentales y provinciales que fueron afectados en este año 2020 por la pandemia del Covid-19. Por esos motivos, se puede decir que en San Juan se quiere trabajar en el desarrollo de esta industria que deja miles de millones de dólares alrededor del mundo a aquellas ciudades y regiones de países que se volcaron a esta actividad. Pero para llegar a este punto, los sanjuaninos se deben reunir, dialogar entre todos los actores de la industria. Hacer participar hasta los más humildes emprendedores de cada departamento. Todos deben ser promotores turísticos, algo que en las altas esferas se habló de ello desde hace algunos años, pero que cuesta que prenda en la mayoría.


Quizás por eso hace algunos días sucedió un hecho que sirvió como disparador para que se reflexione en el cuidado de los turistas, para que vuelvan de manera permanente, porque hay detalles que todavía no se logran erradicar, como lo es el abuso en los precios y de brindar más atractivos. En ese sentido fue un piloto de automovilismo, de Mendoza, quien se pronunció al respecto de manera pública. Dijo que "los precios para alquilar una cabaña eran más caros en San Juan que alquilar un departamento en Miami, incluso más costoso que en la costa argentina''. Con eso quiso expresar que así no se puede atraer turismo. Quizás los visitantes vengan una sola vez a la provincia y no regresen por estos motivos.


Este es un tema muy importante en el que los prestadores de servicios turísticos deberían charlar, como también todos los sanjuaninos reflexionar. Es que los turistas hacen un esfuerzo económico para poder llegar a la provincia, porque no es un destino en auge o tradicional como Carlos Paz o la Costa Atlántica, entre otros. 


Los sanjuaninos deben aprender y no enojarse por la crítica de un foráneo. Es más, esa crítica es la que enriquece y solo los sabios saben aceptarla. Hay que saber capitalizar con humildad e inteligencia para cambiar el rumbo si hace falta, para no perder el eje de trabajar en la industria turística.


Para empezar de cero, realmente hay que sentarse a dialogar, mirarse a los ojos, reconocer los potenciales como provincia y evitar los egoísmos políticos. No se tiene mar, pero si se tienen valles, museos, grandes posibilidades de deporte aventura, una buena gastronomía autóctona poco explotada, que habría que potenciar, departamentos cercanos a la Capital como también aquellos alejados. Todos con posibilidades de ofrecer servicios diversos. Fiestas departamentales que pueden mostrar más sus características propias para hacer del turismo rural un verdadero potencial económico como lo es en otros países.


En todo esto debe haber un apoyo logístico por parte del Gobierno provincial para orientar con un equipo de profesionales del turismo a los interesados que hay, y muchos, en todos los departamentos de San Juan.


Se debe aprender una lección y es que no se puede espantar a los turistas con precios abusivos y querer salvar el año en una temporada de verano. Por lo tanto, si se quiere que San Juan sea próspero gracias al turismo, se debe tratar bien al visitante. De esa forma, la promoción será por medio de ellos y regresarán, recomendarán a la provincia como destino vacacional y sobre todo, se ampliará el abanico de fuentes de trabajo. Algo muy apetecible y generador de mejores estándares de vida para todos los sanjuaninos.

Por José Correa
DIARIO DE CUYO