El déjà vu o deja vu es un término francés que significa 'ya visto'. El concepto describe la extraña aunque frecuente sensación que experimenta una persona al pensar que ya vivió una situación que, en realidad, es inédita. Me pasó esta semana al escuchar a Marcos Peña en la Cámara de Diputados de la Nación. El Jefe de Gabinete de Mauricio Macri volvió a acordarse de la provincia y generó innecesariamente un contrapunto con el gobierno sanjuanino, igual a lo que ocurrió durante la elección legislativa de 2017, cuando debió admitir que la Nación le cerraba las puertas a todas las herramientas de ayuda que reclamaban (aún lo hacen) los empresarios y funcionarios de este lado del país. Aquella vez esa negativa ganó la campaña, probablemente ahora ocurra lo mismo y no es un escenario favorable para la oposición sanjuanina, obviamente.


Lo de hace dos años fue una entrevista telefónica que publicó este diario el día 9 de julio y dejó frases sobre el drama de la inflación que luego, con el diario del lunes, serían para destacar: 'Estamos seguros que la inflación va a ser la más baja desde el 2009', o 'no hay duda que estamos logrando la baja de la inflación y vamos a terminar en un dígito para 2019', entre otras. Para meter al funcionario en temas provinciales, el periodista Walter Ríos le preguntó por la Promoción Industrial, un reclamo que había tomado fuerza en esos días: 'No hay un plan para reflotar la llamada promoción industrial', aseguró tajante. También le anuló el camino a los exportadores sanjuaninos, cuando respondió sobre los subsidios a los altos costos de los fletes que 'el camino pasa por mejorar la infraestructura más que el planteo de subsidios'. Aunque lo peor ocurrió cuando le preguntaron acerca de los inconvenientes de competitividad que generaría el Plan Belgrano sobre las provincias que se quedaron afuera, como San Juan y si, a raíz de ese perjuicio, habría algún tipo de ayuda o compensación: 'San Juan, como todas las provincias, se está beneficiando hoy del plan de infraestructura más ambicioso, transparente y federal de nuestra historia. Se están cumpliendo los avances de las obras. De ninguna manera el Plan Belgrano implica discriminar a San Juan y a ninguna otra provincia'. El periodista le insistió y Marquitos acabó por escupir lo que finalmente cumpliría: 'No vemos hoy una situación de un plan específico'. Es decir, cero compensaciones.


El Plan Belgrano era uno de los proyectos más ambiciosos del gobierno de Cambiemos, que para la fecha de la entrevista con este diario ya venía demorado. Abarcaba las provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa y Santiago del Estero. Incluía la construcción y reparación de rutas, puentes, aeropuertos y trenes, pero según información que publicó el diario La Nación en septiembre del año pasado, se había avanzado muy poco y los distritos más beneficiados a esa fecha habían sido sólo Corrientes, Salta y Jujuy.


En aquélla ocasión y en plena elección legislativa, los candidatos de Cambiemos en San Juan, Roberto Basualdo y Eduardo Cáceres, debieron salir a responder los cuestionamientos de los empresarios y de sus rivales del oficialismo local, justamente tras las declaraciones de Peña. Para colmo, el Jefe de Gabinete luego retuiteó la nota de este medio, pero con otro enfoque: 'San Juan se está beneficiando hoy del plan de infraestructura más ambicioso y federal de nuestra historia', a modo de respuesta -supongo- al diario por el titular que ponderó. Fue peor. Allí se empezó a conocer que la provincia estaba sosteniendo las obras que la Nación había prometido o empezado, porque los fondos no llegaban. Es decir, el Jefe de Gabinete de Macri hablaba de obras que al final pagaba la provincia. Eso impactó de lleno en la oratoria de los candidatos de Cambiemos en San Juan, quienes no pudieron escaparle a la encerrona donde los había metido su propio jefe político: defender San Juan o sus candidaturas. Un desastre.


Lo de esta semana pega en el palo. Peña dijo, sin necesidad alguna, que la provincia había incrementado llamativamente su gasto primario. Le retrucó Roberto Gattoni, quien reflotó lo de la deuda de la Nación, admitió que se había incrementado el gasto primario, pero argumentó que se hizo para sostener los niveles de empleo y que, a pesar de eso, la provincia tiene todos sus balances con superávit. Si bien el escenario político es distinto a 2017, los referentes de Cambiemos en San Juan debieron ocultarse y el único que esbozó una defensa fue Cáceres, quien inteligentemente deslizó que el uñaquismo es soberbio por la durísima respuesta de ese sector a Peña. Pero nada más. El resto, en silencio.


A modo de paréntesis y a propósito de la vinculación del candidato a gobernador Marcelo Orrego con Cambiemos, hay quienes dicen que el intendente de Santa Lucía se baja de la candidatura a diputado nacional. Puede ser. O puede ser que hoy lo estén diciendo para seguir despegándose de Macri, no se sabe. El rumor es fuerte. De ser así, probablemente obligue al oficialismo a girar sus cañones hacia otro horizonte, o elija poner de moda la palabra 'traidor', hay que esperar unos diez días, no más.


Volviendo al análisis de las manifestaciones de Peña, no hay dudas de que se equivocó. Puso sobre la mesa un tema en el que los funcionarios sanjuaninos se sienten cómodos y pueden sostener la pelea sin problemas. Tanto en el oficialismo como en la oposición hay quienes piensan que la reacción de Peña responde a los afiches 'Uñac 2019' que rodearon esta semana la Quinta de Olivos. Pensar eso probablemente sea exagerar el impacto que Uñac tiene en los despachos nacionales o en la opinión pública del país. Uñac tiene chances de ser lo que quiera, pero a su debido momento. Aunque cueste creerlo para esos niveles de la política argentina, parece que todo lo que Peña hizo fue cometer otro error. O es demasiado inteligente y habrá que esperar para descubrir sus verdaderas intenciones. No creo.