Recordamos hoy un nuevo aniversario del fallecimiento del maestro y visionario Domingo Faustino Sarmiento, un apasionado por la educación, las herramientas fueron sus ideas, su taller, la educación. Hoy quise detenerme en su obra "Educación Popular" compendio educativo, en donde nos quedamos perplejos ante sus conceptos cuando decía: "Nuestras escuelas deben ser construidas de manera que sea un espectáculo, obrando diariamente sobre el espíritu de los niños, educando su gusto, su físico y sus inclinaciones. No sólo debe reunir en ellas el más prolijo y constante aseo, cosa que depende de la atención y solicitud obstinada del maestro, sino también, tal comodidad para los niños, cierto gusto y lujo de decoración, que habitúe sus sentidos a vivir en medio de esos elementos indispensables de la vida civilizada". Mucho dista este pensamiento de Sarmiento, desde la perspectiva actual con sombríos y deteriorados antiguos edificios. Victoria Ocampo, fervorosa sarmientiniana decía "el lujo de los tiempos modernos consistía precisamente en el espacio y la luz. Su ideal, era convertir las instituciones educativas en templos del saber". Sin duda, en su obra "Educación Popular" residía su ideario educativo, dejando bien claro que la educación debe ocupar un lugar clave en la construcción de las nuevas sociedades. Y agregaba: "El poder y la riqueza dependen de la capacidad industrial, moral, e intelectual de los individuos que la componen". Uno de los aspectos más interesantes de su obra, son las observaciones respecto a la necesidad de formar maestros en un ambiente que fortalezca los valores en cuanto dedicación y disciplina, para convertirse en un apóstol de la enseñanza. Para Sarmiento, la lectura se enmarcaba en un proyecto político, destinado a una sociedad en plena formación que debía ser educada. Hoy, lamentablemente nuestros niños y jóvenes no saben leer ni comprender lo que leen. Para él un diario constituía la expresión de las ideas, sentimientos y necesidades de un pueblo. En este sentido, la función social de la prensa escrita contribuía a reforzar el hábito lector en la sociedad. Expresaba que el hábito de leer un diario cotidianamente se trasladaría al ámbito escolar. Esta valoración de la prensa en la sociedad moderna está estrechamente relacionada con la promoción de la lectura y formación de lectores. Educar fue su obsesión, día a día, desde todos los ámbitos, del periodismo, el poder, la literatura.

"Educar, verbo liberador, puerta de entrada a los demás verbos amados por Sarmiento: crecer, democratizar, ser, progresar".


Pionero de la pedagogía, educador democrático, trascendió su tiempo, y hoy, sus premisas viven y exigen del presente lo que en el pasado buscaron. En su libro "Recuerdos de Provincia", otra obra genial, expresa: "A los niños sólo debe enseñárseles aquello que eleve el corazón, contenga sus pasiones y los prepare a entrenar en la sociedad". También cabe señalar que ubicó junto a la educación la tecnología y la ciencia, en el centro de la escena, a fin de transformar a la Argentina. Expandió las escuelas con una reforma cualitativa e introdujo en los currículos la enseñanza de la Geografía, Historia, Matemáticas y puso énfasis en la importancia de la Educación Física. Es urgente en esta posmodernidad jerarquizar la figura del maestro, agente de cambio, reconociendo su vocación y unidos al respeto y admiración junto a la familia y sociedad.


Hoy más que nunca, reclamamos que la educación sea una política de Estado en verdad, con mayor inversión, una nueva Ley de Financiamiento Educativo. Ojalá surja un "Sarmiento" para instrumentar una educación con mayor equidad, inclusiva y de calidad.