Homenaje. Tanto el hospital de Caucete, como un barrio de ese departamento, llevan el nombre de este gran sanjuanino.

Por Elisa Aguiar Aguilar    
DNI 3.174.590

El 5 de septiembre de 1914, es decir, hace 103 años, se apagó la vida de uno de los hombres más ilustres de San Juan. Se trató del doctor César Aguilar. En el momento de su muerte ejercía el cargo de vicegobernador de la provincia. Ya había cumplido una labor científica que le hizo merecedor de la gratitud y la admiración de sus contemporáneos. El diario "La Opinión", al comentar al día siguiente la muerte del prestigioso hombre público, decía que: "Era la figura más netamente proba e incontaminada de nuestros círculos sociales y político".

Otro órgano periodístico de la época, "El Porvenir", lo definía así: "Era la persona de espíritu tan elevado que comprendía que era necesario e imprescindible ser tolerante con todos y principalmente con sus enemigos". El diario "San Juan" describía en detalles las escenas del sepelio. Los restos del doctor Aguilar habían sido velados en la Casa de Gobierno, con todos los honores correspondientes a su investidura y fue interminable el desfile de personas de todas las clases sociales. "Al aproximarse la hora de trasladar sus restos a la última morada -dice la crónica- un enorme gentío se había estacionado en la plaza 25 de Mayo, gentío que fue creciendo hasta que a las 4 de la tarde llenaba la calle General Acha desde Mitre a Rivadavia y todos los paseos de la plaza". Mientras, otro diario sanjuanino de aquella época, "Debates", manifestaba su dolorosa sorpresa ante la noticia. Además, el gobernado Ángel de Rojas pronunció un brillante discurso definitorio de la personalidad del vicegobernador como político y hombre de ciencia. "Fue médico en la noble, en la hermosa, en la más elevada significación de la palabra".


El doctor César Aguilar nació en San Juan el 8 de noviembre de 1863. Cursó estudios primarios y secundarios en nuestra provincia, antes de ingresar en la Universidad Nacional de Buenos Aires, donde recibió el título de Doctor en Medicina, en el año 1888. En ese mismo año regresó a San Juan para dedicarse por entero a su profesión. Pronto atrajo sobre sí la atención de todos los sectores de la población, que vieron en él a un apóstol de la medicina. Llegó a la abnegación en beneficio de los enfermos de más humilde condición social. La campaña contra el cólera lo tuvo por principal protagonista. Se entregó a la lucha contra esa terrible enfermedad con peligro de su propia vida. Su personalidad descollante en todos los órdenes lo impulsó a actuar en política. Fue designado vocal del Consejo de Higiene Provincial, organismo que lo designó presidente. También fue diputado y senador provincial, cargos que acrecentaron considerablemente su prestigio, al punto que la ciudadanía lo eligió vicegobernador. Con entera justicia, tanto el hospital de Caucete, como un barrio de ese departamento, llevan el nombre de este médico sanjuanino, doctor César Aguilar.