La década del 60 del siglo XX es un punto de inflexión en la rebelión de los jóvenes y la independencia de la mujer. Las incidencias notables en sus roles han perturbado, en diferentes formas y modos, a las sociedad occidental y a las nuevas culturas occidentalizadas.

El matrimonio perdió atractivo y recientes estadísticas situaron a los años 70 no sólo como inicio de la indiferencia que no ha cesado y va en aumento-, de los jóvenes por contraer matrimonio como hecho o fenómeno mundial, sino que en Japón, son menos quienes viven en parejas y disminuyen los casamientos. Lo revela una encuesta del propio gobierno, concluyendo que más del 60% de los hombres solteros entre 18 y 34 años, así como la mitad de las mujeres solteras de esas edades, no tienen pareja. Sin embargo, ante la perseverante actitud de los japoneses frente al sexo y el matrimonio, a pesar del sondeo, entienden que entre las causas por las que ni siquiera buscan pareja, una de las principales es la falta de dinero y por ello la tasa matrimonial seguirá bajando, contrario a los divorcios que suben de manera considerable desde 1960, manteniendo relativamente la constante desde 2002, con un total de 251.000 el año pasado.

El papel femenino en la vida laboral puede ser causante de estos saldos de la modernidad. Según la revista The Economist, "ser mujer y estar casada en Asia es un trabajo duro\'\'. Otro dato para tener en cuenta es que los maridos se ocupan tres horas semanales de las labores hogareñas. En ese contraste, la mujer japonesa trabaja fuera de su casa una media de 40 horas a la semana y 30 en su hogar. Surge de esta realidad, que la mujer cargó sobre sus espaldas más horas de trabajo, un caro precio por su independencia que deberá reencauzarse en su justo medio porque el hombre no cambió sustancialmente su rol.

Otra tendencia mundial va de la mano de la socióloga Sue Sprecher y sus colaboradores que entrevistaron a 1.667 mujeres y hombres de Rusia, Japón y Estados Unidos. Lo que hallaron fue que el 61% de los hombres y el 73% de las mujeres rusas decían estar en aquel momento enamorados. Las cifras para los japoneses eran del 41% de los hombres y el 63% de las mujeres; y los estadounidenses con 53% de los hombres y 63% de las mujeres. Más allá de los fríos números, el amor sigue siendo sustento de toda relación humana.