San Juan ofrece lugares apropiados para maravillarse y a la vez relajarse.

A lo largo de nuestra vida debemos realizar diversas actividades en forma permanente tendientes a prepararnos para el futuro o garantizar nuestro sustento. De ahí que surjan ocasiones en las que buscamos "desenchufarnos'' o tener "tiempo libre'' para desligarnos de las preocupaciones.


La búsqueda de tiempo de ocio y la forma de llenarlo constituye un momento muy importante a la hora de garantizar que vamos a realizar cosas que realmente nos van a permitir cambiar de aire, encontrar nuevas motivaciones o simplemente relajarnos.


Hay que tener en cuenta que el ocio es una "actividad'' humana y animal, necesaria para la subsistencia y conservación de la especie.


Existen numerosas formas de conseguir esos momentos de recreación basados en no hacer nada o en realizar aquellas actividades que realmente nos complacen. Cada persona puede tener su preferencia de ahí el dicho: "sobre gustos no hay nada escrito''.


El turismo es una de esas alternativas. Cuando la persona elige viajar en sus días de vacaciones debe estar convencida de que encontrará lo que busca en esa actividad. Adquirir un producto turístico tiene una doble implicancia; por un lado está el que organiza la actividad turística y por otro, el que adquiere un producto turístico.


El primero debe informar bien sobre las actividades que se proponen y el segundo informarse debidamente de los servicios que se le ofrecen, y si estos se adecuan a su búsqueda de disfrutar el tiempo de ocio.


Para adaptar los viajes a quienes desean hacerlos es interesante la Guía del viajero, donde en ella no solo se indican rutas, restaurantes, hoteles, albergues, campings, sino los lugares que se pueden visitar. Pero no hay que olvidar que también están los que viajan en forma independiente, que al igual que a los anteriores hay que decirle que lugares visitar, que encontrarán en ellos y contextualizarle el ámbito en el que está ese atractivo turístico. Por ejemplo si promocionamos los lagos de Ullum y Punta Negra, no hay que olvidar el Dique José Ignacio de la Roza ni todo lo que significa para la provincia, ya que si bien esos lugares sirven para actividades náuticas o lugares de relax, también son muy importante para el sostén de nuestra economía. Y todo eso no está en los mapas.


Esto es lo que permite que más allá de conocer un lugar, el turista regrese renovado y con temas de conversación referidos a las personas, costumbres y comidas de cada sitio. Además relajado aunque haya caminado mucho.


El viajar es el "placer de la huida", es de "fuga psicológica", es el ejercicio de nuestras posibilidades y facultades y ese viaje ese placer para huir de la rutina diaria, que comienza a vivirse en la mera preparación.


El viaje nos aproxima a innumerables fuentes de placer y de cultura (museos, fiestas populares, monumentos) y de todo ello, qué representan, en un marco que no es el habitual y supone una aportación importante.


Lejos quedan los viajes de solo ir a un sitio a relajarse, hoy se puede elegir entre mar y montaña, observar costumbres, conocer historias, interpretar paisajes. Recordemos que siempre es la "huida de la rutina'', del todos los días, para volver y sustituirlas con las nuevas imágenes, costumbres e historias.


Recordemos que el viaje se vive, se siente a priori, leyendo guías o en conversaciones con personas que lo vivieron. Es muy lindo poder expresar: "muy lindo todo lo que ví, experimenté, pero lo mejor es poder contarlo''.